Francia estrena presidente

Editado por Maite González Martínez
2017-05-13 07:38:19

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Imagen ilustrativa. (Archivo)

Por: Guillermo Alvarado

Este domingo 14 de mayo Enmanuel Macron se convertirá en uno de los hombres más poderosos de la Unión Europea, cuando en una ceremonia celebrada en el Palacio del Elíseo recibirá la presidencia de Francia de manos de François Hollande, quien gobernó durante los últimos cinco años y declinó presentarse a la reelección.

Será un momento singular en la historia de ese país, porque ocurrirán acontecimientos inéditos en la llamada V República, fundada en 1958 por Charles de Gaulle al proclamar una nueva Constitución que dejara atrás las heridas de las dos guerras mundiales que ocurrieron en la primera mitad del siglo pasado.

Con 39 años, Macron asume el poder en la segunda potencia económica del bloque continental, poseedora del ejército más numeroso de la Unión Europea, y la tercera fuerza nuclear mundial después de Estados Unidos y Rusia. Será el presidente más joven en ejercer tamaña responsabilidad.

Pero también es el primero en los últimos casi 60 años que no llega de la mano de alguna de las dos fuerzas políticas dominantes en la nación, los conservadores, que han adoptado diversos nombres en esta etapa, y el Partido Socialista, el PS, que vive duros momentos.

Es paradójico, porque hace cinco años el PS lo tenía todo: la presidencia de la República, la mayoría en la Asamblea Nacional y el Senado, así como en los municipios, departamentos y regiones y en un lustro todo se derrumbó como castillo de naipes, al punto de sacar apenas seis por ciento de votos en los comicios presidenciales y tener un futuro muy negro de cara a los legislativos de junio.

Un poco mejor le va a la derecha conservadora, aunque no tanto. El partido Los Republicanos, heredero de la Unión por un Movimiento Popular, arrancó como favorito y a su candidato, François Fillón, muchos lo consideraban hace un año el futuro presidente.

El escándalo desatado cuando se descubrió que había beneficiado con empleos ficticios a su esposa y sus hijos mayores lo hundió, en un país cansado de escuchar historias de corrupción e ineficiencia y prefirió un brinco a lo desconocido eligiendo a Macron.

El ultraderechista Frente Nacional llegó entero a los comicios, pero la derrota en la segunda vuelta tuvo un efecto demoledor y ya comenzaron los resquebrajamientos, incluso desde la misma cúpula cuando Marion Marechal Le Pen, sobrina de Marine Le Pen, y una de sus estrellas políticas, anunció su retiro del partido.

En la izquierda hay un divorcio complejo entre los seguidores de Jean-Luc Mélenchon y el Partido Comunista Francés, que lamentablemente no terminan de ponerse de acuerdo.

Quedan algunas dudas por despejar. La primera es la composición del futuro gobierno, de manera particular los cargos de primer ministro y las carteras consideradas estratégicas, que darán una pista de por dónde irá el nuevo ejecutivo.

En segundo término, resta saber si Macron y su partido, ahora llamado República en Marcha, será capaz de aprovechar este río muy revuelto para ganar la mayoría en ambas cámaras del Parlamento y gobernar así sin mayores sobresaltos.

El domingo será día de ceremonias, pero el lunes comienza la tarea, que será difícil ante un pueblo que optó por algo nuevo porque sencillamente ya no desea, ni puede en realidad, esperar más.



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