Por María Josefina Arce

El diálogo para consolidar la paz en Venezuela y resolver los problemas que afectan al país sudamericano ha sido siempre la apuesta del gobierno que preside Nicolás Maduro, quien en reiteradas ocasiones ha urgido a la oposición a sentarse a la mesa de negociaciones.

De hecho desde 2014 múltiples han sido los llamados al diálogo del presidente, con el fin de atender los efectos de la guerra económica, alentada por la derecha y que conllevan la elevación de los precios, acaparamiento y desabastecimiento de productos básicos.

Maduro también busca detener la violencia promovida por la derecha, que ya ha dejado centenares de muertos y lesionados entre la población civil, para establecer un clima de paz en favor del pueblo venezolano.

Pero la oposición no ha respondido con seriedad y responsabilidad a la disposición del gobierno bolivariano de hallar una solución conjunta que ponga fin al derramamiento de sangre y a las dificultades económicas que enfrentan hoy los venezolanos.

En repetidas ocasiones se ha retirado de las conversaciones, utilizando disimiles pretextos y condiciones para ocultar lo que está claro para muchos, a la derecha solo le interesa acceder nuevamente al poder y echar por tierra los logros de la revolución bolivariana en diversas esferas como la salud y la educación, entre otras.

En este año, de acuerdo con las informaciones de la cadena televisiva internacional TELESUR, el primer mandatario venezolano realizó más de 200 invitaciones de diálogo a la derecha. Finalmente en septiembre se establecieron las conversaciones en República Dominicana.

Pero no olvidemos que antes de aceptar este nuevo encuentro con las autoridades, la oposición impulsó manifestaciones violentas que dejaron más de cien muertos, además, de apoyar sanciones contra el país desde Estados Unidos y pretendieron impedir la celebración de las elecciones constituyentes, efectuadas en julio último.

Aunque circularon rumores de que la derecha no asistiría a la ronda, allí en Dominicana estaba la delegación gubernamental, convencida que el país necesita el diálogo, necesita estabilidad política y económica, que es lo que requiere el pueblo.

Finalmente ambas partes se encontraron en Santo Domingo y acordaron volver a sentarse a la mesa de negociaciones a principios de diciembre con dos temas centrales: cese del bloqueo económico y el respeto a los derechos políticos, destacó Jorge Rodríguez, jefe de la delegación del Ejecutivo en las conversaciones.

Informó que luego de seis horas de reunión "todos logramos un párrafo donde se pide respeto a nuestra soberanía nacional y, también, se le pide a la comunidad internacional que aliente este esfuerzo de diálogo en lugar de acciones agresivas contra Venezuela".

Los cancilleres de Bolivia, Chile, México, Paraguay y Nicaragua participarán en las conversaciones de diciembre venidero.

El presidente Nicolás Maduro pidió el apoyo de todos para este proceso de paz y reiteró su disposición y la del gobierno que encabeza para lograr un acuerdo de paz con la oposición, la cual, dijo, quiere que se mantenga en la vía electoral.

Esperemos que finalmente avance el diálogo y se pongan fin a las acciones ilegales de la derecha que ya lamentablemente han dejado víctimas y han enrarecido el clima de paz, solidaridad y fraternidad que promueve la Revolución Bolivariana.

El diálogo es el único camino para la paz y la convivencia nacional, como bien aseguró el presidente Nicolás Maduro, quien enfatizó que cree en la palabra como único vehículo para el entendimiento.