La larga historia de agresiones norteamericanas contra Cuba

Editado por Maite González Martínez
2018-01-11 10:38:26

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Por María Josefina Arce

La historia de la revolución cubana está plagada de agresiones armadas y terroristas promovidas contra Cuba por los distintos gobiernos de Estados Unidos. Son muchas las familias que sufren la pérdida de uno de sus miembros a causa de estos hechos violentos.

Esta política hostil ha adoptado todas las formas posibles, desde los ataques verbales y las campañas de difamación hasta la agresión armada directa, pasando por los intentos de aislamiento político y diplomático, la promoción de sabotajes y el fomento de bandas contrarrevolucionarias en las zonas montañosas del país.

Desde los primeros meses de 1959 empezaron los lanzamientos de armas en paracaídas destinadas a grupos irregulares, el envío de otros armamentos por mar e infiltración de comandos para reforzar a las primeras bandas armadas.

Acciones terroristas como la destrucción de obras sociales y el asesinato de civiles fueron desarrolladas por esos grupúsculos, que antes de la invasión mercenaria de abril de 1961 habían recibido de Washington cientos de toneladas de explosivos y armamentos.

De acuerdo con documentos desclasificados en Estados Unidos, en ese período de tiempo se perpetraron 110 atentados dinamiteros, se colocaron 200 bombas, se descarrilaron 6 trenes, se provocaron más de 150 incendios en grandes objetivos estatales y privados, incluyendo 21 viviendas y unos 800 en plantaciones de caña.

Niños y jóvenes no escaparon a los actos criminales de los bandidos. Precisamente cincuenta y cinco años se cumplen este once de enero del asesinato de un menor en el municipio de San Antonio de las Vegas, en el occidente del archipiélago, a manos de una banda de contrarrevolucionarios.

Leopoldo Martínez es uno de los tantos infantes cubanos que ha sido víctima del terrorismo de estado que durante décadas ha desarrollado Estados Unidos contra Cuba.

Días después en Madruga, en la actual provincia de Mayabeque, Reinaldo Núñez Bueno, de 22 meses, y su madre mueren al ser ametrallado el jeep en que viajaban; en San Nicolás de Bari, el joven Andrés Roja es ahorcado con la misma soga que utilizaba para amarrar su cerdo; el 4 de marzo de 1963 es ultimado el menor Albinio Sánchez, de 10 años.

Larga es la lista de niños y adolescentes cubanos que perdieron la vida durante las acciones criminales alentadas por los sucesivos gobiernos estadounidenses.

Entre ellos se cuentan más de un centenar afectados por la introducción clandestina en 1981 en territorio cubano del dengue hemorrágico, que afecto a más de 350 mil ciudadanos.

En 1984 el criminal Eduardo Arocena Pérez, cabecilla de la agrupación terrorista Omega-7, declaró ante un tribunal federal de la ciudad de Nueva York que lo juzgaba por hechos terroristas cometidos en territorio norteamericano, que la misión de su grupo era obtener ciertos gérmenes para introducirlos en Cuba. Esta declaración fue desestimada por las autoridades judiciales de Estados Unidos.

Los cubanos hemos sido objeto de incontables agresiones en los casi sesenta años de revolución, y siempre con dignidad y entereza nos hemos defendido, pero nunca hemos respondido con agresiones de ningún tipo contra el pueblo norteamericano y menos con acciones que afecten su salud.

Por el contrario hemos ofrecido el servicio de nuestros médicos ante desastres naturales, por eso son muchos los que están convencidos de la falta de veracidad del actual gobierno norteamericano cuando, sin pruebas, insiste en supuestos ataques sónicos en la Habana contra funcionarios diplomáticos.



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