Cuba y Bolivia: una amistad soberana, sin condicionamientos

Editado por Maite González Martínez
2018-01-12 10:44:30

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Por María Josefina Arce

A una historia compartida, un sentimiento común de pertenencia a esta América nuestra y fuertes lazos de amistad, se une que desde hace décadas Cuba y Bolivia marchan unidas ante los grandes retos que impone un orden económico mundial cada vez más injusto y nada equitativo.

Y en ese sentido una fructífera cooperación bilateral desarrollan desde hace años las dos naciones, unidas en el objetivo de lograr el bienestar pleno de sus pueblos, una meta de la revolución cubana desde su triunfo en enero de 1959 y del presidente Evo Morales desde su llegada al poder en 2006.

Mucho ha sido el camino recorrido por los países desde que hace 35 años se restablecieron las relaciones diplomáticas, rotas por presiones de Estados Unidos en la década del sesenta del siglo pasado.

El embajador boliviano en La Habana, Juan Ramón Quintana, afirma que no es hasta el ascenso a la presidencia de Morales que los nexos entre los dos estados soberanos e independientes se desarrollan a plenitud, sin condicionamientos de ningún tipo y con total respeto mutuo.

Es así que Evo Morales y el líder histórico de la revolución cubana, Fidel Castro, apunta el diplomático, definen el gran proyecto de integración, por la vía de la salud, de la educación, sobre la gran autopista de la solidaridad, de la complementariedad, de la condición de naciones asediadas por su modelo político y social.

La salud y la educación son los dos sectores en los que la colaboración se ha efectuado de manera continúa. Setenta millones de consultas realizaron los médicos cubanos en diez años en territorio boliviano.

Los profesionales de la salud del país caribeño brindaron su ayuda en las zonas más intrincadas de la nación andina, allí donde nunca habían llegado los servicios médicos, para dar solución a la gran problemática de la inaccesibilidad de los bolivianos a la salud pública.

En los nueve departamentos de Bolivia están presentes los médicos cubanos, quienes además de garantizar la asistencia en los sitios ubicados, apoyan la concreción de los programas de salud promovidos por el gobierno boliviano.

Más de 600 000 operaciones quirúrgicas gratuitas se realizaron gracias a la Operación Milagro, una iniciativa de rehabilitación oftalmológica puesta en marcha por Cuba y Venezuela y que rebasó las fronteras de las dos naciones.

Asimismo, miles de jóvenes bolivianos de familias de escasos recursos se han formado académicamente en Cuba en la Escuela Latinoamericana de Medicina, una institución creada por Fidel Castro para dar respuesta a los problemas de salud en la región, agravados tras el devastador paso del huracán Mitch en la década del noventa del siglo pasado.

De acuerdo con el Ministerio boliviano de Salud, actualmente más de 3 000 médicos graduados en la Mayor de las Antillas trabajan en más de 25 comunidades indígenas en 307 de los 339 municipios del país.

Fruto de esta estrecha colaboración es también la Operación Moto Méndez, que atiende a personas con discapacidad, y gracias a la cual se han abierto en la nación sudamericana 30 consultorios médicos específicamente para este fin y se encuentra en proceso la instalación de otros 30 centros.

A territorio boliviano también llegó el método cubano de alfabetización “Yo sí puedo”, que se ha implementado en numerosas naciones del mundo. Más de dos millones de bolivianos aprendieron a leer y escribir con este programa, reconocido a nivel internacional por su eficacia.

Como bien afirmara el embajador boliviano en La Habana los nexos entre Cuba y Bolivia deben ser ejemplo para los países de la región, en un contexto donde se pretende «construir muros, dividirlos y sumirlos en conflictos».



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