Por Arnaldo Musa
Así, Ejército del terror denominó el controvertido presidente turco, Recip Erdogan –que hoy está de buenas con Damasco, Teherán y Moscú- a la dotación de más de 30 000 hombres entrenados y armados por Estados Unidos, que controla por el momento más de 400 kilómetros cuadrados del noreste de Siria.
Si Erdogan ya ordenó a su ejército el enfrentamiento directo con ese cuerpo integrado en su gran mayoría por kurdos sirios a quienes EE.UU. prometió apoyar la separación de Ankara, el presidente de Siria, Bashar al Assad, ya había señalado el carácter traidor de los elementos sirios reclutados por Washington, que no se resigna a la victoria de Damasco con el apoyo ruso en la guerra coadyuvada por el Imperio y que le ha costado la vida a más de 300 000 personas y el éxodo de millones, muchas de los cuales perecieron ahogadas en el cruce del Mar Mediterráneo.
Asimismo, en los planes del presidente Donald Trump está el de distraer la atención del ejército de Siria en el noreste para proporcionar a Israel el tiempo necesario para la recomposición de los grupos armados que le apoyan en el sur y le permiten la ocupación del Golán sirio.
Al condenar la formación denominada por Washington Milicia Armada en el noreste del país, el Ministerio de Exteriores sirio aseguró que constituye una agresión contra la soberanía, la unidad y la integridad territorial de Siria, así como una flagrante violación del Derecho Internacional.
Según la agencia noticiosa Ahlul Bait (ABNA), en la declaración se apunta que lo que ha hecho la administración estadounidense debe ser entendido en el marco de su política destructiva en la región que busca fragmentar a las naciones, provocar tensiones y obstruir cualquier solución a la crisis.
“Esta medida muestra la enemistad de Washington hacia la nación árabe y evidencia también que todos sus actos están encaminados al servicio del proyecto sionista en la región”. agrega la declaración, la cual confirma que tras la victoria contundente contra el terrorismo takfiri, el pueblo y el ejército cuentan con más firmeza y determinación para derrocar el nuevo complot, poner fin a cualquier forma de presencia estadounidense en Siria, acabar con sus herramientas y colaboradores, imponer la ley y la autoridad legítima sobre todo el territorio sirio y preservar su soberanía e integridad territorial.
La declaración concluyó que Siria considera a cualquier ciudadano sirio que forme parte de estas milicias creadas bajo los auspicios de EE.UU. como un traidor a su pueblo y su patria, y será tratado sobre este principio.
ALIADOS SE DESMARCAN DE EE.UU.
El gobierno de Egipto constituyó toda una sorpresa al rechazar la acción de Trump de formar un ejército al que calificó de mercenario en el noreste sirio, y mostró su apoyo al gobierno de Bashar al Assad, al que consideró de legítimo Presidente de Siria.
En cuanto a la ya mencionada posición turca, hay que volver a citar a la figura de Erdogan, quien atacó sin tapujos a Estados Unidos y a su presidente Donald Trump:
"Un país al que llamamos 'aliado' insiste en formar un ejército de terror en nuestras fronteras ¿Contra quién puede ir este ejército del terror, si no es Turquía? Hay que estrangular esta nueva fuerza antes de que nazca. No somos un Estado de campaña ordinario. Esta nación ha nacido de las cenizas".
No parece una mera advertencia. El periódico Yeni Safak, próximo al gobierno turco, ha publicado este lunes imágenes de baterías de cohetes Hawk apuntando al noreste sirio, instaladas en una zona fronteriza de la provincia turca de Hatay.
Erdogan ha explicado que las Fuerzas Armadas Turcas han completado los preparativos para una serie de operaciones en las regiones norteñas de Afrin y Manbiy, ambas controladas por las Fuerzas Democráticas Sirias, grupo terrorista apoyado por EE.UU.
Esta acción ha demostrado que no constituye una amenaza al terrorismo, sino que ha contribuido a su fortalecimiento, e incluso proporcionó a integrantes del Ejército Islámico a abandonar su cuartel general en Raqqa, para luego proclamarse como ente liberador.
Ahora se sabe, con pruebas, que los ataques de los “terroristas buenos” contra soldados rusos en Siria han sido obra de órdenes norteamericanas.
El politólogo Araik Stepanián, en declaraciones a la agencia noticiosa moscovita Sputnik, el objetivo que persigue Washington es poner trabas a los avances del Ejército sirio, y explicó:
"Cuando el Ejército sirio hizo avances significativos en el frente oriental, en particular en Deir Ezzor, nuestros 'socios' estadounidenses se pusieron nerviosos.
No esconden que los grupos terroristas Daesh —autodenominado Estado Islámico (ya expulsado)— y Frente Fatah al Sham —ambos proscritos en Rusia— son de hecho entidades que se subordinan a EE.UU., y luchan juntos bajo el mando de Washington".
(Tomado de Cubasí)