Por Pedro Martínez Pírez
La vigésima edición del Festival del Habano tiene un alto significado histórico, cultural y económico para Cuba. En un tabaco enviado por José Martí desde Estados Unidos llegó la orden de alzamiento a los patriotas cubanos para el reinicio de la guerra contra el colonialismo español, en 1895.
Pero esa guerra, calificada por José Martí como justa, necesaria y breve, se vio interrumpida en 1898 por la intervención oportunista de Estados Unidos, que no solamente impidió la independencia frente a España, sino que impuso su dominación sobre Cuba y dejó, entre otros males, una base militar en el territorio cubano de Guantánamo, donde para afrenta mayor existe también una cárcel donde se violan los más elementales derechos humanos de los detenidos.
Y es Estados Unidos, 120 años después de su intervención militar en la guerra hispano-cubana, el único país del mundo donde está prohibida la venta de habanos elaborados en Cuba. Y donde también está prohibido a sus ciudadanos viajar libremente a Cuba como turistas.
Pero los habanos hechos a mano en Cuba se comercializan en 165 países de los cinco continentes, y en los Festivales, desde su fundación en 1999, es tradicional la subasta de humidores para recaudar fondos en beneficio de la Salud pública, en un monto acumulado que ya supera los 17 millones de dólares.
En este Festival, al que asistirán no menos de mil quinientas personalidades de los cinco continentes vinculados al habano, serán subastados siete humidores, seis de las famosas marcas Cohiba, Montecristo, Romeo y Julieta, Partagás, H. Hupmann, Hoyo de Monterrey y la nueva marca Rey del Mundo.
Muchos de los amigos del habano que vienen a este vigésimo Festival recuerdan que fue el comandante Fidel Castro quien con sus amigos, el pintor ecuatoriano Oswaldo Guayasamín y el escritor colombiano Gabriel García Márquez, subastó en el célebre Cabaret Tropicana de La Habana humidores para recaudar fondos destinados a la construcción en Quito de la Capilla del Hombre y a los servicios cubanos de Salud.
Y pese a las prohibiciones de Washington, como de costumbre vendrán a este Festival amigos del habano procedentes de Estados Unidos, y en la Feria Comercial, a la cual asistirán 85 expositores, se estrenan este año representantes de tres países de Nuestra América: Bolivia, Colombia y Costa Rica, atraídos por la fama de Cuba como la tierra del mejor tabaco del mundo.