Imagen ilustrativa tomada de Archivo/RHC

Por María Josefina Arce/RHC

Bajo el sugestivo nombre de Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional se esconden intenciones de subvertir el orden constitucional en naciones soberanas e independientes.

La USAID, una agencia del Departamento  de Estado, ha sido durante décadas la cubierta perfecta para que Washington financie acciones, incluso golpes de estado,  contra  gobiernos elegidos por sus ciudadanos, pero que no son del agrado de las diversas administraciones estadounidenses.

Cuba siempre ha sido uno de los objetivos de la conocida entidad, que ha buscado crear situaciones desestabilizadoras para provocar cambios políticos en el país.

Millonarias cifras han sido puestas a disposición de la USAID para promover el caos en la sociedad cubana, un accionar señalado en reiteradas ocasiones por la mayor isla de las Antillas.

Carlos Fernández de Cossío, director de Estados Unidos de la Cancillería cubana, denunció recientemente la entrega de dinero por esa entidad a organizaciones que fomentan una llamada oposición en la nación caribeña, como la DNA, Digital News Association, agrupación anticubana de la Florida.

Unos cuatro millones de dólares, de los contribuyentes norteamericanos, han sido entregados en los últimos tiempos a grupos relacionados con el archipiélago, con un historial de ataques y campañas en contra del pueblo cubano, señaló Fernández de Cossio en su cuenta en Twitter.

La USAID incluso, ha dedicado fondos para atacar la ayuda médica cubana a otros pueblos y que ha sido ampliamente reconocida a nivel internacional.

Lamentable que en medio de la emergencia sanitaria mundial por la COVID 19, que ha provocado en Estados Unidos hasta el momento más de 220 MIL fallecidos, se despilfarre  el dinero de los estadounidenses en acciones contra otros países y no se emplee en dar una respuesta eficaz a la pandemia.

La USAID no publica informes detallados que demuestren cómo gasta los fondos para esa supuesta democracia, y que ha ido a parar a manos de quienes han hecho de esa política anticubana un verdadero negocio, un medio de vida.

Larga es la lista de acciones. A inicios del presente siglo viajaron a Cuba, como falsos turistas, representantes de organizaciones no gubernamentales y de grupúsculos contrarrevolucionarios radicados en la ciudad de Miami para pagar y abastecer de medios tecnológicos a la mal llamada oposición interna.

Foto: Archivo/RHC

Recordemos la puesta en marcha de planes subversivos en la esfera de las telecomunicaciones, que dieron vida a redes internas independientes.

Ahí tenemos el proyecto ZUNZUNEO (en la foto),  que estuvo dirigido a la juventud. Después vendría PIRAMIDEO, cuyo propósito era crear una red social de supuestos amigos para la manipulación y la difusión de mentiras.

Múltiples han sido los programas de la USAID contra Cuba a lo largo de todos estos años, que no han logrado su objetivo y sí han servido como fuente de ingresos para muchos, dilapidando el dinero del pueblo estadounidense.