Presidente Barack Obama protagoniza en Asia otro desencuentro con la historia

Editado por Maite González Martínez
2016-05-24 08:50:34

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Imagen de archivo.

Por: Guillermo Alvarado

Fiel a sus ideas de olvidar o minimizar la historia y sus consecuencias, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, realiza en estos días una gira por Asia con el firme propósito de ignorar las tremendas atrocidades que su país cometió contra varios pueblos de ese continente en el siglo pasado y que todavía causan graves secuelas a millones de seres humanos.

El jefe de Estado norteamericano se pasea por Vietnam, se exhibe como una estrella de cine en restaurantes populares, pero no pronuncia una sola palabra de consuelo a las víctimas de los 70 millones de litros del herbicida llamado agente naranja que sus aviones bombardearon sobre ese territorio hace 40 años, un tiempo no tan largo como para creer que se borró de la memoria.

Por lo menos cinco millones de vietnamitas fueron afectados por ese terrible químico y hoy dia es posible visitar hospitales donde niños con sus extremidades retorcidas, graves tumores, cáncer y malformaciones genéticas son una muestra viva, si a esto se le puede llamar vida, de la feroz guerra desatada por Estados Unidos contra la nación asiática.

Ninguno de estos hospitales figura en la agenda de Obama, como tampoco lo está acelerar acciones contra las empresas Monsanto y Dow Chemical, fabricantes del oprobioso líquido, ni contra los generales que desde sus cómodos despachos en el Pentágono ordenaron lanzarlo contra la población civil.

De Vietnam el presidente de Estados Unidos se dirigirá a Japón, justo cuando faltan pocos meses para el 71 aniversario de la masacre más grande de que se tenga noticia en la historia pasada o reciente de nuestra especie, es decir, los bombardeos atómicos contra Hiroshima y Nagasaki.

El lunes 6 y el jueves 9 de agosto de 1945 el infierno se abatió sobre estas dos urbes japonesas, donde no había objetivos militares importantes y cuando al régimen fascista en ese país oriental le quedaban ya muy pocos días de vida.

Fue un crimen odioso, horrible a innecesario ordenado desde la Casa Blanca por el entonces presidente Harry Truman, que volatilizó en segundos a cientos de miles de personas y dejó inutilizadas para siempre a una cantidad mayor de seres humanos.

Según los voceros de Barack Obama, el primer mandatario estadounidense no tiene ninguna intención de pedir perdón a Japón, ni a toda la humanidad, por este brutal acto de genocidio.

Recordemos que a él no le gusta la historia, no le gusta sobre todo cuando puede traer a la memoria la pesada deuda que la primera potencia nuclear, la única que ha utilizado esa arma contra sus semejantes, tiene para con las víctimas de esos bombardeos, para con sus hijos, y los hijos de sus hijos, hasta quién sabe cuántas generaciones más.

El está en Asia, dijo, para reforzar el papel de su país en ese continente. Como no gusta de la historia, no se da cuenta de que ese papel ya existe y es  muy fuerte, es imborrable, indeleble en el imaginario popular, donde toma la figura de una mano ensangrentada y la calavera asentada sobre dos fémures cruzados.

 



Comentarios

  • riera23348's gravatar
    riera23348
    24/05/2016 04:00 pm

    En mis correos reza "Aquel que no conoce la historia, está condenado a repetirla". Napoleón Bonaparte. Y en la firma " No todas las verdades son para todos los oídos, ni todas las mentiras puede ser reconocidas como tales por cualquier alma piadosa". Umberto Eco.“En Nombre de la Rosa” Algun día hay que romper el hielo y sin desenfado, comensar denuevo, porque sino siempre estaremos distanciados de la historia y nuestros oidos seran sordos a las verdades porque imperara, no la mentira, no la verdad sera el sinietro odio que destilan las consecuencias de los actos cometidos. ¿Cuándo sera el Alto el Fuego? ?Cuando se comensara al menos reconociendo que existimos? ……….El está en Asia, dijo, para reforzar el papel de su país en ese continente…………….. Nosotros debiéramos ser igual a los vietnamitas, ¿sino para que sentarnos en la mesa de conversaciones con los EEUU, Maite González Martínez? Si predomina el pensamiento de Guillermo Alvarado es mejor decir basta y seguir como hasta ahora y cerrar nuestra embajada en los EEUU ¡Así parece usted creer al hacerse eco de Guillermo Alvarado!


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