La Habana, 11 mar (RHC) El cubano Juan Miguel Echevarría, el nuevo fenómeno del salto de longitud, voló con ayuda del viento hasta 8.92m en la Copa Cuba de atletismo, para continuar acechando el récord mundial de Mike Powell.
Con viento favorable de +3.3 m/s (el permisible para homologar las marcas es de +2.0), el cubano de 20 años le “tiró con todo” a su primer y único salto en la pista auxiliar del Estadio Panamericano, de La Habana, para volver a “robarse” los reflectores del atletismo en el mundo.
“Para mi es otra sorpresa. Es una marca grande de un atleta bastante joven, pero hemos trabajado bastante bien”, comentó Juan Miguel rodeado por una decena de reporteros
Dijo que nunca pensó en esa marca, aunque reconoció que como el viento estaba a su favor trató de aprovecharlo y “hacer las cosas bien en la carrera de impulso y la técnica de despegue” para dar un gran salto.
Durante la caída sufrió un esguince de tobillo y su entrenador Daniel Osorio y su médico Fidel Frías prefirieron no exponerlo y lo retiraron de la prueba.
“No sé cómo ocurrió (la lesión). Cuando estás en competencias con la sangre caliente no sientes dolores, cuando te relajas es que salen. Pero no es nada grave, espero recuperarme rápido”, consideró.
Se mostró satisfecho con lo realizado en la temporada bajo techo, ya que aunque no logró marcas de nivel tenía un “déficit grande de competencias”, ya que estuvo casi siete meses alejado de las pistas.
“Me costó trabajo reencontrarme, fui mejorando poco a poco y me siento contento”, reconoció Juan Miguel, quien en tres lides bajo techo logró dos primeros lugares y un segundo y un mejor salto de 8.21.
A pesar del viento a favor, el brinco del domingo es de los mejores de la historia y el más largo desde que el también cubano Iván Pedroso saltara 8.96 en Sestriere (1995), marca no registrada por la IAAF al alegar anomalías en la medición del viento.
Únicamente Pedroso y el recordista mundial Mike Powell ostentan registros superiores al conseguido el domingo por el portento de Camagüey, y sea con viento normal o excesivo.
Powell logró 8.99 en Sestriere-1992 (+4.4 de viento) y un año antes había establecido el primado del planeta vigente con 8.95 en el mundial de Tokio, con viento permisible (+0.3).
Son esos los únicos saltos superiores al logrado por el talento cubano, que superó el 8.91 de Carl Lewis en Tokio-91 (+2.9 de viento) y al mítico 8.90 de Bob Beamon en México-68 (+2.0 viento).
Ya el pasado 2018 en Estocolmo, el cubano brincó hasta 8.83 (+2.1 de viento), meses después de sorprender con la corona mundial en sala en Birmingham con la mejor marca del año.
Expertos consideran que con viento normal, el registro del domingo podría estar en un rango de entre 8.50 y 8.60.
“Es un sato que no esperaba, porque estábamos trabajando cuestiones técnicas, pero ha llegado a esta competencia en muy buena forma y estamos muy satisfechos con el resultado y con su exhibición técnico-táctica”, expresó emocionado su entrenador.
Manifestó que al conocer la lesión (esguince grado uno) no quisieron arriesgarlo, pues el principal compromiso son los Juegos Panamericanos de Lima.
Alentador también resultó ver al bicampeón mundial juvenil Maykel Massó con otra marca de nivel (8.30m, también con viento a favor), tras regresar esta temporada luego de superar una lesión.
También el domingo la tricampeona de Barranquilla-2018, Rose Mary Almanza, se llevó su segunda corona al imponerse en los 1500 m (4:25.62 min), Yaniuvis López dominó la bala (17.82 m) Eliannis Despaigne el martillo (66.90m), Leandro Zamora y Zurian Hechevarría los 400 vallas (50.17 y 56.96, respectivamente) y Adriana Rodríguez el heptatlón con 6.293 puntos, en prueba donde logró 7.02 en el salto de longitud, aunque con viento a favor.
La Copa Cuba cerró el primer macrociclo de preparación del atletismo cubano de cara a Lima-2019.