Managua, 16 feb (PL) Con par de cuadrangulares en el primer desafío y otro en el segundo, el exgrandesligas Erisbel Arruebarruena, paracortos de los Cocodrilos de Matanzas, se robó los principales focos de la doble cartelera del sábado ante la selección sub-23 de Nicaragua.
El otrora torpedero de los Dodgers de Los Ángeles, en las Grandes Ligas estadounidenses, demostró por qué fue el líder jonronero de la 59 Serie Nacional de Béisbol en la Isla, a pesar de disputar una quincena de partidos menos que los comprendidos en el calendario regular.
"Estuve cinco años en la organización de los Dodgers y la preparación allí es muy diferente a la de Cuba, entrenamiento diario y muchas pesas fue lo que me permitió aumentar la fuerza", explicó al término de la jornada del sábado, cuando su conjunto apaleó 9x4 y 7x1 a los anfitriones.
Sin embargo, en la defensa no ha lucido su mejor versión, a pesar de pinceladas espectaculares en sinfonía con César Prieto.
"Ahí (en defensa) estoy un poco preocupado porque no estoy como quiero, pero es un poco de falta de entrenamiento, y pienso que jugando y practicando todos los días se puedan pulir esas deficiencias", dijo.
Lo que no cabe duda es que el jugador de 29 años que viste el 11 en su chamarreta es el mejor de su posición en la nación antillana, y fue uno de los puntales para que Matanzas pudiera celebrar nuevamente un título doméstico 29 años después.
"Este equipo ha sido lo mejor que me ha podido pasar a mi regreso al béisbol de Cuba. Llevaba muchos años luchando para ganar en Cuba y finalmente este año pudimos quedar campeones. Hay mucha buena vibra, los muchachos se han portado excelente y la dirección descomunal", consideró.
Inspirados en la fuerza exhibida por Arruebarruena en el estadio Dennis Martínez, los Cocodrilos saldrán este domingo a cerrar también con éxito su periplo de cuatro juegos en Nicaragua.
Al igual que el viernes, el rival será la selección mayor pinolera, que también buscará el triunfo luego del empate 3x3 en la primera “escaramuza”.