La Habana, 15 may (RHC) Miles de personas recorrieron este domingo el centro de Madrid en ocasión del quinto aniversario del movimiento de los indignados, que en 2011 puso en jaque a la clase política y económica de España con multitudinarias protestas.
Como hace un lustro, los indignados se concentraron en la céntrica Puerta del Sol, epicentro del nacimiento del que también trascendió allende las fronteras como Movimiento 15-M (por el 15 de mayo, inicio de las movilizaciones).
Los manifestantes protagonizaron una marcha desde la fuente de Cibeles hasta la emblemática plaza, que hace cinco años acogió las mayores demostraciones en protesta contra los programas de ajuste y privatizaciones de la Troika (Fondo Monetario Internacional, Banco Central Europeo y Comisión Europea).
Este domingo en Sol volvieron a escucharse las conocidas consignas de esta plataforma ciudadana: Lo llaman democracia y no lo es; Sí se puede; Que no nos representan o No somos mercancía en manos de políticos y banqueros, por solo citar algunas.
También se realizó el característico "grito mudo", habitual en este tipo de protestas y consistente en permanecer en silencio durante un minuto con las manos en alto, mostrando las palmas.
Tras simbolizar con ese gesto su descontento con los recortes presupuestarios que se aplican en servicios públicos como la salud y la educación, los manifestantes corearon otros lemas a favor del pueblo palestino y los refugiados sirios.
La de Madrid fue la protesta principal de las que tuvieron lugar en medio centenar de ciudades españolas, arropadas por otro medio millar convocadas en otros 25 países, entre ellas la de la "Nuit Debout (Noche en pie) en París, contra una reforma laboral del gobierno.
Este cumpleaños estará marcado por manifestaciones en 500 ciudades del mundo, en una jornada internacional que "nos debe llevar a una nueva etapa de luchas coordinadas, porque el cambio de modelo debe ser global", afirmó en un comunicado la plataforma Democracia Real Ya (DRY).
El 15-M sigue vigente y las razones por las que la sociedad debe seguir en pie es para luchar contra la austeridad, el sistema económico, las fronteras, la precariedad, el machismo y la política, que no es un monopolio de los partidos, subrayó DRY.
No fue hasta la llegada de la agrupación de centroizquierda Podemos -surgida a principios de 2014-, que los desencantados con el sistema neoliberal vieron cristalizadas parte de sus aspiraciones.
Con los indignados se recuperó la concepción de la política como herramienta de cambio, opinó el diputado ecologista Juantxo López de Uralde, antiguo dirigente de Greenpeace España y ahora miembro de Podemos, formación liderada por el joven profesor universitario Pablo Iglesias.
El primer golpe llegó en las elecciones municipales de mayo de 2015, cuando plataformas afines al 15-M tomaron numerosos ayuntamientos, entre ellos Madrid y Barcelona, este último dirigido por la activista antidesahucios Ada Colau.
En los comicios generales del pasado 20 de diciembre, Podemos se convirtió en la tercera fuerza política de esta nación ibérica, detrás de los partidos tradicionales Popular y Socialista Obrero Español, que encarnaron el llamado bipartidismo durante casi cuatro décadas.
Podemos no surgió directamente del 15-M, pero el espíritu que le caracteriza tiene relación con sus reivindicaciones, señaló Arcadi Oliveres, economista y reconocido activista por los derechos humanos.
Para la investigadora Esther Vivas, el ciclo político y electoral actual solo se puede entender, en parte, por la emergencia de este movimiento de indignación colectiva.