Por Guadalupe Yaujar Díaz
En Cuba, como en otros países, el "Día de los enamorados" o "Día de San Valentín" se celebra el 14 de febrero, pero en los últimos años esta fecha se ha convertido también en el Día del Amor y de la Amistad.
Es tradición la entrega de obsequios a la pareja, y la colocación de buzones donde se expresan el afecto hacia otras personas, ya sean amigos o enamorados.
En muchas escuelas y centros de trabajos se realizan actividades como intercambios de tarjetas, amigos secretos que se descubren ese día, escritura de cartas y mensajes que expresan esos sentimientos.
Ante tales iniciativas se suma de manera gratificante, en estos tiempos, la “era WIFI”, permitiéndonos acampar en cualquier sitio y hacer llegar prontamente nuestra misiva de amor.
¿Pero, qué atenciones tienen los más jóvenes hacia aquellas personas que transitaron los fogosos años de la juventud y, solos o con su pareja, los han olvidado en el seno familiar? ¿Y qué decir de quienes en la tercera edad son acogidos en las instituciones estatales como las casas de abuelos, no por voluntad expresa sino por el descuido de los más cercanos parientes?
Con entusiasmo y sin sensiblerías me sumo a todos los que festejaremos el día 14, pero como ya entré en la tercera edad, le pido a San Valentín: Recuérdame cada día….
En Cuba el número de ancianos es mayor que el de los niños y adolescentes, según datos del último censo de población. Poco más de 19 % de la población tiene 60 años o más (incluidos unos mil 500 centenarios), proporción que ubica a Cuba entre los 50 países más envejecidos del planeta. Y la situación continuará agudiezándose: en 2050 la mitad de los cubanos serán adultos mayores.
Ello se debe, entre otras causas, a la emigración y los bajos índices de fecundidad y mortalidad. Por solo citar algunas cifras, podemos decir que la tasa global de fecundidad desde hace más de tres décadas no supera los 2,1 hijos por mujer. Mientras, la esperanza de vida al nacer alcanza ya los 78,4 años.
Para lidiar con este acelerado envejecimiento, en Cuba existen más de 120 hogares de ancianos, número aún insuficiente. En estos las personas reciben todo tipo de cuidados, incluidos hospedaje y alimentación. Se suman además alrededor de 240 casas de abuelos, con régimen seminternado, lo cual permite a los familiares de los beneficiarios trabajar, estudiar o cumplir tranquilamente otras obligaciones, a sabiendas de que sus seres queridos están bien atendidos.
En una ocasión como esta no podemos dejar de tener en cuenta al Héroe Nacional de Cuba, José Martí, y su consejo acerca de la preciada visión en el individuo:
“…Sufrir bien, por algo que lo merezca, da juventud y hermosura. Mira a una mujer generosa: hasta vieja es bonita, niña siempre, -que es lo que dicen los chinos, que solo es grande el hombre que nunca pierde su corazón de niño: y mira a una mujer egoísta, que, aun es joven, es vieja y seca. Ni a las arrugas de la vejez ha de tenerse miedo” (1)
(1) Carta a María Mantilla. O.C. Tomo 20, p. 212