Después de 52 años al aire terminó Alegría de Sobremesas, uno de los programas más emblemáticos de la radio cubana. El estudio Benny Moré, de Radio Progreso, acogió la gala homenaje a este histórico espacio nacido el 15 de abril de 1962. El próximo primero de julio finalizará por completo. Su creador, Alberto Luberta, falleció el pasado mes de enero.
Alegrías de Sobremesa se destacó por ser un ajiaco sonoro que, de forma amena y sencilla, entretenía a la vez que reflejaba la cultura y tradiciones de Cuba. Desde un imaginario edificio que puede estar situado en cualquier sitio de la geografía insular convivieron los personajes de Rita, Paco, Estelvina, Sandalio el Bolao, Teté y otros muchos surgidos de la inagotable creatividad de su escritor Alberto Luberta.
El agasajo a este programa que mediodías y noches, convocó a grandes y chicos alrededor de sus radioreceptores, sirve para reconocer a actores, actrices, personal técnico y directivos que durante más de cinco décadas, con humildad y profesionalidad, hicieron realidad esta joya radiofónica.
En esa larga nómina han de subrayarse los nombres de Marta Velazco, Eduardo Rosillo, Aurora Basnuevo, Mario Limonta, Martha Jiménez Oropesa y el maestro Alberto Luberta, figura cimera del humorismo radial cubano y padre de Alegrías de Sobremesa.
Cincuenta y dos años, más de 30 mil transmisiones y retrasmisiones, son cifras dignas del libro de los records Guinness, que han instalado a Alegrías de Sobremesa y a su colectivo en la preferencia de la familia cubana que lo tendrá sintonizado siempre en el dial de sus corazones.
Durante el homenaje a ese enorme programa se escuchó un calache de diferentes momentos del estelar espacio, y fueron reconocidos artistas, realizadores, técnicos y en especial a la orquesta Aragón, una de las imprescindibles en Alegría de Sobremesa.
También participaron en la gala homenaje los intérpretes Mundito González, Emilia Morales y la propia orquesta Aragón que nos regaló varios de los temas habituales que ejecutaban en ese programa que marcó pautas dentro de la familia cubana.
El maestro Adalberto Álvarez se fundió en un abrazo fraterno con Rafaelito Lay, director de los aragones, tras recibir los agasajos de parte de María Emilia Michelena Jorge, directora de Radio Progreso, la Onda de la Alegría.
(Tomado de Cubadebate)