La ciudad portuaria de Manzanillo bautizada como La Perla del Guacanayabo, en honor al golfo donde se encuentra, pertenece a la provincia de Granma, en el oriente cubano, tiene una extensión superficial de 498,4 kilómetros cuadrados.
El proceso de fundación de Manzanillo tiene su punto de partida en la Real Orden del 11 de julio de 1792.
Dicho documento, un Corpus Ordenativo, consignaba adelantar una propuesta en el Rincón de la Sábana de Vicana (hoy municipio Media Luna) donde capturaron una goleta inglesa.
Situado en las márgenes del Golfo del Guacanayabo, lo cual facilitó su desarrollo económico, social y cultural, fue un lugar de interés contrapuesto de peninsulares y hacendados cubanos por la propuesta del Marqués de Guisa en 1795 de levantar un pueblo en el paraje de Manzanillo.
En 1830 se declara villa independiente de Bayamo. El 14 de abril de 1832 se le concede a Manzanillo su Escudo de Armas, en honor a la valentía de sus pobladores. Para 1833 el Consejo de Indias le entrega el título de Villa por la Real Cédula expedida por el Rey Fernando VII.
Al lugar están vinculadas celebridades cubanas, como la heroína Celia Sánchez Manduley, el poeta Manuel Navarro Luna, o el adjudican la cuna del son, en cuyos carnavales aún puede escucharse el legendario Ã'rgano Oriental.
Por allí están las ruinas del Ingenio de azúcar La Demajagua, donde el 10 de octubre de 1868 Carlos Manuel de Céspedes diera la libertad a los esclavos para comenzar la lucha contra el colonialismo español.
El nombre de la ciudad se debió a la abundante presencia en sus tierras, en época de la conquista española, del Hipomanne Mancinella, nombre científico con el cual hoy se designa al Manzanillo.
Ese arbusto es venenoso con cuyo latex los aborígenes aruacos del nordeste venezolano, pobladores de Cuba, emponzoñaban sus dardos.
Para el turismo de naturaleza es un lugar apropiado con una zona costera de moderada oscilación diaria y predominio de días frescos en invierno, llanuras interiores y zonas montañosas. En Manzanillo, predomina la arquitectura colonial y el eclecticismo.
Su hermosa glorieta en el centro de la ciudad, muy visitada por su estilo morisco, el paisaje del entorno de la villa y el golfo, componen un panorama que muchos desean ver, contactar con sus habitantes y acercarse a sus tradiciones, tanto gastronómicas como de vida.
Ahora con 225 años, está igualmente ubicada en el mapa turístico de esta ínsula, quizás apartada de la ruta de los grandes centros urbanos de Cuba, pero muy atractiva, una Manzanillo con suficientes encantos que mostrar al visitante.
(PL)