Escrito por Roberto F. Campos (PL)
El Hotel Habana Riviera cumple hoy 60 años de inaugurado, en momento muy apropiado, sobre todo teniendo en cuenta que Cuba constituye perenne espiral creciente en cuanto a la industria de los viajes se refiere.
La historia de esta instalación que se ubica frente al Malecón de La Habana tiene mucho que ver con mafias estadounidenses, pero también con la belleza de una ciudad que ahora es catalogada por los expertos como maravillosa.
Levantado en la Calle Paseo y Malecón en el barrio capitalino del Vedado, el Riviera siempre fue uno de los mejores desde su apertura el 10 de diciembre de 1957, con 20 pisos y 352 habitaciones, operado hoy por la cadena hotelera cubana Gran Caribe.
Este hotel lo declararon Monumento Nacional el 18 de abril de 2012 y no por gusto, cuando en sus planes está un remozamiento total que ponga nuevo brillo a esta instalación y administración extranjera que garantice una clientela de lujo.
La edificación del hotel comenzó en 1956, por el proyecto de Obras de la Construcción Corporation S.A.(Pocsa) integrado por Charlie Bacón, Arthur Fedelman y Bartolomé Bastard, reza en los libros de crónicas.
Agregan que la decoración estuvo a cargo de Albert Carvin and Company y del arquitecto Igor Polevitsky, de Polevitsky and Johnson.
Lo abrieron con una revista musical presentada en su Cabaret Copa Room con Ginger Rogers, bajo la dirección de Jack Cole.
El 24 de diciembre de 1957 se anuncia el debut en el Copa Room de Jean Fenn, soprano de la Metropolitan Operan House y una revista musical.
Este hotel es un notable ejemplo de la arquitectura racionalista del Movimiento Moderno en Cuba y se encuentra inventariado con Grado de Protección I.
El inmueble se inserta armónicamente en una zona urbana de altos valores patrimoniales, El Vedado y, especialmente, en el privilegiado paisaje del Malecón.
La obra es el resultado de una perfecta integración entre arquitectos, diseñadores y artistas donde se evidencian las influencias estadounidenses en este tipo de arquitectura en la década de 1950.
Su diseño arquitectónico permite que todas las habitaciones tengan vista al mar.
En 1983 se amplió el lobby (actualmente lobby bar) para impedir las fuertes incidencias naturales que aceleraban el proceso de deterioro del edificio.
El hotel fue visitado por estrellas de cine de gran prestigio internacional, el Cabaret Copa Room abrió con la actriz y bailarina Ginger Rogers, estuvieron los comediantes Abbot y Maurice Costello, y el cantante Vic Damonte.
También en su momento pasaron por el lugar otras estrellas como Stewart Granger, Alain Delon, Olga Guillot, Pacho Alonso, el cuarteto Las D'Aida, Chucho Valdés, Leo Brouwer, Alicia Alonso, Frank Fernández, Rocky Marciano, Kid Chocolate, Gabriel García Márquez y Michel Legrand.
Cuentan en la lista a la luchadora estadounidense por los derechos civiles Ángela Davis y la primera mujer cosmonauta, Valentina Tereshkova, entre muchos más.
El hotel conserva obras de relevantes artistas como Hipólito Hidalgo de Caviedes, Rolando López Dirube, Florencio Gelabert y Cundo Bermúdez, que complementan sus valores arquitectónicos e históricos.
La escultura La sirena y el pez en la entrada al hotel, realizada por José Florencio Gelabert Pérez (1904-1995) es una de las obras más sobresalientes de este bello establecimiento que ahora cumple 60 años.