Por: Roger Aguilera/ACN
El Fuerte La Loma o Castillo de Salcedo, es la primera carta de presentación de Puerto Padre por su atractiva construcción colonial y ubicación, en la cima de una colina y la misma entrada de la ciudad, amén de sus valores históricos.
La fortaleza, en el norte de la provincia de Las Tunas, impresiona porque a casi siglo y medio de existencia, se mantiene desafiando el tiempo, a pesar de que las piedras que conforman sus paredes fueron unidas por la combinación de cal y una arcilla abundante en la zona conocida como cocoa.
A 34 metros sobre el nivel del mar, los españoles lo construyeron en dos etapas. La primera fue en 1869 para defender el enclave urbano por mar, y la segunda seis años después para protegerlo de los mambises que podrían llegar por tierra hasta allí.
Desde el Fuerte se dominaba toda la población de Puerto Padre y más allá la bahía, pues a partir de esa edificación militar, de amplias aspilleras y torreones, la ciudad se ubicaba –y se mantiene aun-- en la falda de la loma.
En la medida en que los españoles veían cerca la amenaza de los insurrectos, reforzaban la seguridad de la fortaleza . Fue así que en 1874 construyeron una estacada alrededor del pueblo, con el objetivo de evitar que los portopadrenses entraran y salieran de la comarca libremente.
A partir de entonces se abría un portón para que los lugareños salieran a trabajar en los cultivos, hasta horas de la tarde, y ya por la noche nadie podía salir.
Los criollos dirigidos por el Mayor General Vicente García, en 1877, atacaron el Fuerte, rompieron el portón con barretas y hachas, y derrotaron a la guarnición. En 1898, en el ocaso del poder en Cuba, los españoles se retiraron del fuerte, pero antes lo incendiaron.
En 1956, las primeras acciones para reconstruirlo, correspondieron al Club Todo por Puerto Padre, pero las labores intensas para devolverle la vida a la fortaleza fue en la década del 80 del pasado siglo, cuando fue declarado Monumento Nacional (1981) y en la década siguiente quedó abierto al público, como museo.
El Fuerte La Loma es la muestra más evidente de la arquitectura colonial en la provincia de Las Tunas, y un exponente de las fortalezas militares construidas por la Metrópoli española en el Caribe, en el siglo XIX.