Por Guadalupe Yaujar Díaz
De pequeña estatura, ágil mente y fina ironía, Lino D’ou y Ayllon fue un mestizo muy reconocido en su tiempo. Hijo de una negra libre y un español relativamente acomodado, progenitores que propiciaron una esmerada educación no común en un joven de su condición social.
Se incorporó a la lucha por la independencia de Cuba durante la Guerra Necesaria de 1895, bajo las órdenes de José Maceo y Grajales de quien fue su ayudante de campo hasta la muerte de este y compartió junto a él la vida en la manigua. (*)
Alcanzó los grados de teniente coronel, se relacionó con el León de Oriente y se contó entre sus más allegados amigos.
Del conocimiento sobre su jefe valoró: “Por su valor inmensurable, por su ingenuidad, por su ternura, por su piedad fuera del combate, José Maceo fue un hombre que sembró afectos”.
Finalizada la guerra ejerció cargos políticos al ser electo Representante a la Cámara, en 1908, su figura se destacó por el decoro y laboró en la Comisión liquidadora del Ejército Libertador, al lado del Generalísimo Máximo Gómez.
Entrañable amigo de Gómez, compartió sus ideas organizativas para la lograr la confraternidad de la raza llamada “de color”, a través de la creación de sociedades como medio de enfrentar su desventajosa situación cultural.
Desde su época de estudiante de Derecho, en su natal ciudad de Santiago de Cuba, estuvo vinculado a la lucha por los derechos raciales de los negros y mulatos. Publicó varios de sus trabajos en el periódico La Igualdad (1892-1895).
Desarrolló una actividad periodística sostenida en la prensa de provincia y capitalina, desde 1902 y hasta los días finales de su vida, en 1939, en La Habana.
De peculiar estilo y ameno escritor resaltó por sus convicciones patrióticas y mostró su disposición a romper lanzas en defensa de Cuba y de sus hermanos de raza.
Sus trabajos, dirigidos hacia la unidad nacional circularon en la prensa provinciana y en los grandes rotativos habaneros, donde su palabra escrita gozó de respeto.
Fue redactor de Minerva, revista quincenal dedicada a la mujer de color que reflejaba los problemas de la mujer de la raza negra y colaborador de la “Revista Labor Nueva”, en la cual trataba los problemas de los negros cubanos desde el punto de vista de estos y del de los que luchaban contra la discriminación racial.
La “Revista Adelante”, revista mensual que divulgó las creaciones literarias y artísticas del negro, aunque no limitó a este su radio de acción. Colaborador de la sección “Ideales de raza”, del Diario de la Marina, con la cual el diario logró atraer al público de ascendencia africana; director del periódico El Mundo, en cuya sección “La Marcha de una raza” colaboró Nicolás Guillén. Fue miembro destacado de la Asociación de Escritores y Artistas Americanos.
Con su estilo subjetivo y exagerado de los hechos, manejó con habilidad el arte de la caricatura, la mayoría de contenido social; muchas de estas obras se encuentran publicadas en La Política Cómica, publicación satírica de tendencia burguesa, cuyo máximo esplendor lo alcanza en las primeras décadas del siglo XX.
Mediante sus caricaturas visualizó de particular modo el racismo “antinegro”, herencia consecuencia de casi cinco siglos de esclavitud.
El surgimiento y desarrollo del Partido Independiente de Color (PIC), agrupación política surgida en 1908 para enfrentar la discriminación racial, constituyó fuente de su creatividad.
Si queremos acercarnos a la vida de esta prestigiosa figura negra, podemos hacerlo mediante su obra gráfica, que forma parte de la colección de caricaturas atesoradas en la fototeca del Archivo Nacional de la República de Cuba.
(*)Lino D´ou y Ayllón-Santiago de Cuba, 23 de septiembre 1871-La Habana, 28 de diciembre de 1939.
Compilación en varias fuentes