En las primeras horas de cada 16 de noviembre, fecha en que se fundó la villa San Cristóbal de La Habana, cientos de personas visitan  El Templete  para cumplir con el ritual de darle tres vueltas a la ceiba, en el sitio donde se ofició la primera misa y el primer cabildo.

"Una frondosa ceiba fue testigo del acontecimiento, y aunque a lo largo de los años se han plantado varios ejemplares, el valor histórico y religioso sigue siendo el mismo", detalló Eusebio Leal.

Hombres, mujeres y niños, cubanos de todas partes del país de diferentes credos religiosos, incluso turistas,  le dan tres vueltas a la ceiba en sentido contrario a las manecillas del reloj, tradición tan antigua como la propia Villa, la gente la acaricia como si fuera una deidad, algunos le echan quilos prietos, monedas.

Confidencias, deseos, aspiraciones, y hasta solución de conflictos se le “piden” a este árbol sagrado en algunas religiones.

El sabio etnólogo cubano Don Fernando Ortiz, expresó: “Creemos que la ceiba del Templete fue el emblema de la municipalidad de la villa de la Habana y el más antiguo y permanente emblema de libertades ciudadanas que conservamos en Cuba”.

La villa de San Cristóbal de La Habana fue fundada en 1515, pero es en 1519 que se asienta definitivamente en su localización actual.

El 16 de noviembre de ese año se realiza la primera misa y el primer cabildo en lugar donde hoy se erige El Templete, tomándose la fecha como la de la fundación oficial de la séptima villa creada por los colonizadores en Cuba.

(Recopilación de Internet)