Por: Bárbara Vasallo

Matanzas, Cuba, 11 ene (RHC) El 11 de enero del año 1962, el Comandante Ernesto Guevara de la Serna, fundó en la periferia de la localidad de Jovellanos, en la provincia occidental de Matanzas, la Unidad Experimental Agro botánica Ciro Redondo, la actual Unidad Empresarial de Base (UEB), de igual nombre perteneciente a la Empresa Cárnica.

Con fines experimentales, educacionales y de formación del hombre nuevo, el Che llevó a aquellos parajes de suelos ferralíticos rojos a Combatientes de la Columna número ocho, que llevaba el nombre de Ciro Redondo y en honor al guerrillero caído en el combate de Mar Verde, también nombró así a la granja.

Hoy la “Ciro Redondo” diversifica producciones, destina cárnicos al sector turístico, abastece unidades gastronómicas y la canasta básica de la familia en la provincia de Matanzas, cumple sus planes de producción y sustituye importaciones, aportes indiscutibles para el desarrollo de la economía cubana.

De la Unidad Experimental que instituyó el Guerrillero Heroico, queda intacta su pequeña oficina, con el buró protegido con formica y la silla en la que solía sentarse a estudiar, los 30 tomos de su enciclopedia, y a la derecha, en la pared un retrato de Camilo Cienfuegos.

Roberto García Domínguez, director de la UEB, habla con apasionamiento y orgullo del legado del Che, mantienen los hornos de carbón donde procesan los productos cárnicos, y una plaza con la gigantografía del rostro de Guevara, tallado en piedra por el reconocido escultor Agustín Drake.

La fuerza de trabajo la integran fundamentalmente jóvenes, porque al decir de Roberto, el hombre nuevo debe aportar en los procesos productivos, y constituye el relevo de los que ya llevan muchos años en esa labor.

Con 186 trabajadores, esta UEB produce actualmente entre 20 y 30 toneladas de carne de cerdo en bandas, que depende del peso de los animales que suministra la Empresa Porcina, y, además, elabora picadillo y garantiza la merienda escolar para la enseñanza secundaria de todos los dominios matanceros.

De aquel experimento del Che con semillas de moringa, palma africana y otras plantas de gran perfume que florecen todo el año, con el objetivo de fomentar la apicultura por aquellos parajes, queda el recuerdo, y las edificaciones reutilizadas; pero su espíritu innovador y el hombre nuevo conviven en armonía.

Los 30 tomos de la enciclopedia permanecen en el estante, en la oficina que perteneció al Che Guevara

Repite Roberto una anécdota pasada de voz en voz por quienes estuvieron por aquellos días cerca del Comandante Guevara: la última vez que apareció por la granja se reunió con los combatientes e indicó que en la pista donde aterrizaba el helicóptero sembraran pangola para alimentar a los animales.

Transcurridos 57 años, la “Ciro Redondo” sustituye importaciones, amplía espacios, cumple sus planes productivos, es formadora de jóvenes que habitan en el entorno de la granja, mantiene la tradición de ahumar las carnes al carbón, vela por la inocuidad de los alimentos, y por cada vez mejorar la calidad de los productos, perpetuo homenaje al hombre que un día plantó la primera semilla. (Fuente: ACN)