Por Mayra Pardillo Gómez*

Sancti Spíritus, 7 feb (PL).- Las luces, el colorido de los fuegos artificiales y las bellas carrozas hacen de las festividades de la región central de la mayor de las Antillas, conocidas como parrandas, el clásico latir de los corazones de sus habitantes.

Su arraigo popular hizo que fueran inscritas en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad a finales del 2018.

En 2013, para preservarlas, fueron declaradas Patrimonio Cultural de la Nación 18 de ellas, las cuales se efectúan en diversos municipios de las provincias de Villa Clara -la mayoría-, Ciego de Ávila y Sancti Spíritus.

Esta actividad festiva tuvo lugar por primera vez en 1820 en el municipio villaclareño de San Juan de los Remedios o sencillamente Remedios, como se le conoce.

Allí se enfrentan dos barrios, San Salvador (representado por el gallo) y El Carmen (por el gavilán).

AMISTOSA RIVALIDAD

La amistosa rivalidad surge en dos bandos o barrios de un mismo municipio que durante todo el año se preparan, en el más absoluto secreto, para la llamativa competencia cultural.

Está caracterizada por los fuegos artificiales, las carrozas que aluden a un pasaje de la historia o la literatura, líricamente expresado, y una línea imaginaria e inverosímil que los separa.

También exhibe carrozas donde priman 'la imaginación y la creatividad', términos empleados por el Comité Intergubernamental de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

Los colores identifican cada barrio, y con ellos a sus integrantes, ya sean el azul o el rojo; y los llamados trabajos de plaza son determinantes en los preparativos de un evento de esta magnitud.

En la provincia espirituana están representadas en Zaza del Medio (1917), Guayos (alrededor de 1925) y Yaguajay (la más antigua del territorio, pues en 1901 se las declaró como oficiales), adonde llegaron desde Remedios, junto con los comerciantes chinos.

Mayajigua, perteneciente al municipio de Yaguajay, se incorporaría en la primera mitad del pasado siglo (1904) en los barrios La Campana y Puerto Arturo, también con el gavilán y el gallo como símbolos.

Datos consultados reflejan que en diciembre de 1901 surgió en el citado municipio una de la más importantes actividades festivas bautizadas como Parrandas de Barrios, según una reseña del Periódico Siglo XX.

El artículo en cuestión se titulaba íVIVA LA LOMA!, íVIVA SANSARICQ!

La de Yaguajay tiene características similares a la que le dio origen, la de Remedios, aunque con expresiones y manifestaciones que la distinguen, entre las que figuran los cantos de cada barrio.

RANA, CHIVO, GAVILÁN...

Otras parrandas de esta provincia son las del poblado de Guayos, en el municipio de Cabaiguán, que se dividen en dos barrios: La Loma y Cantarrana.

El primero se ubica en la zona alta del lugar, y se identifica con la figura del chivo, mientras que la zona baja es representada por la rana.

Guayos es considerada una de las localidades del país donde se conserva con singular fuerza esta festividad de gran colorido, surgida en San Juan de los Remedios cuando vecinos de sus dos barrios competían en cantidad de feligreses asistentes, en su celebración religiosa.

Quienes han participado en ellas alaban la fantasía y la belleza que exhiben sus carrozas y los diversos temas que las convierten en espectáculo cultural impresionante.

Por su parte, las de Zaza del Medio se celebran en el municipio de Taguasco y llegaron allí gracias a la iniciativa de Ricardo Cabello, Armando Álvarez y Bernardino González. Las simbolizan al Oriente los chivos y al Occidente los perros.

Cuba tiene inscritas en la Lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad a la tumba francesa (2003), la rumba (2016) y el punto cubano (2017). La Parranda es una de las tres fiestas populares más importantes del país, junto con el Carnaval de Santiago de Cuba y las Charangas de Bejucal.

Posee un museo nacional en Remedios, su cuna y la octava villa fundada por los colonizadores españoles en la Isla.

Representadas por gallo, gavilán o perro las parrandas son una tradición bien conservada, y afirman los entendidos que al final del atractivo festejo no hay ni ganador ni perdedor, pues carecen de jurado y solo queda prepararse mejor para el próximo año.

* Corresponsal de Prensa Latina en Sancti Spíritus.