Por: Guadalupe Yaujar Díaz
Ubicado en la emblemática Habana Vieja, el Oratorio San Felipe Neri, (Obrapía y Aguiar) residencia del Lyceum Mozartiano de La Habana sirve de sede nuevamente a la segunda edición de “La Ruta de Mozart”.
Este sábado, en función única, la música de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) coincide con los géneros musicales de la rumba, el son y la guaracha que se habitualmente se escuchan en el ambiente del Centro Histórico de la capital cubana.
Se podrán disfrutar, en vivo, los 24 cuartetos de cuerda del genio austríaco, en una serie de conciertos “informales “que amenizarán la Plaza de la Catedral, la Vitrina de Valonia de la Plaza Vieja, la Galería Carmen Montilla, de la Plaza San Francisco de Asís, la Plaza de Armas, la Casa de México y el Oratorio San Felipe.
La jornada contará con los cuartetos cubanos Estrella Nariento, Café, Alma, Habana, Caturla, Arpeggione y el Cuarteto Ruta Mozart, integrado por cubanos y estadounidenses. La dirección general del evento corre a cargo del pianista y compositor cubano Ulises Hernández, quien conduce el Lyceum desde su fundación, mientras que la dirección musical de la cita es del norteamericano Michael Dabroski, líder del Vermont Mozart Festival, de Estados Unidos.
Devenida sala de conciertos desde 2004, despúes de una integral rehabilitación, por la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, el sitio exhibe siempre una programación que contempla la actuación de relevantes músicos y agrupaciones como la como la sinfónica del Instituto Superior de Arte, ISA, y Lyceum Mozartiano de La Habana, Ensemble Cantiga Armónica y el Quinteto de Saxofones Arsis, entre otros.
Con San Felipe Neri se completa el triángulo creado con los antiguos templos de San Francisco de Asís, dedicado a la música coral y sinfónica, y de San Francisco de Paula, consagrada a la música antigua.
Como parte de la rehabilitación del inmueble, el escenario se situó en la zona del antiguo presbiterio, debajo de la cúpula, de espaldas a las bóvedas de seguridad y frente al coro alto, y como detalle sui géneris, y verdaderamente atractivo, quedó debajo del mismo, la única piedra fundacional en La Habana Vieja encontrada en su sitio original, luego de minuciosos trabajos arqueológicos.
La piedra puede admirarse a ras del suelo del podio, en tanto las 33 monedas macuquinas que contenía se exhiben en una vitrina ubicada en la nave lateral derecha.
Su génesis atesora la ocupación sucesiva, a lo largo de cuatro siglos, por oratorianos (hasta 1784), capuchinos (hasta 1840) y monjes carmelitas (a partir de 1887 hasta 1924).
En el devenir del tiempo San Felipe Neri llegó a ser vendido a una institución bancaria y se estableció allí el Banco del Comercio, que en 1952 se fusionó con el Trust Company of Cuba.
Más tarde, después de haber dejado de cumplir funciones religiosas, entre 1926 y 1928, la iglesia fue remodelada y adaptada a institución bancaria.
Ocupado sucesivamente a lo largo de cuatro siglos por oratorianos (hasta 1784), capuchinos (hasta 1840) y monjes carmelitas (a partir de 1887 hasta 1924), San Felipe Neri fue vendido por estos últimos a una institución bancaria y se estableció allí el Banco del Comercio, que en 1952 se fusionó con el Trust Company of Cuba.
Al nacionalizarse la banca en Cuba, tras el triunfo revolucionario de enero de 1959, y desocuparse el edificio, la función que más la identificó en fue la de Casa de Acuñación de la Moneda en Cuba, hasta 2004, momento de recuperación y destino de una importante función social en la urbe capital del país.