El cementerio Tomás Acea de Cienfuegos constituye el único cementerio jardín existente en nuestro país, donde de manera impresionante se combinan el arte y la belleza.

Situado a tres kilómetros de la ciudad de Cienfuegos, al sur de la región central de Cuba, este cementerio de características muy peculiares, se inauguró el 21 de noviembre de 1926 como una obra benéfica con parte del capital que dejó al morir la señora Francisca Tostes García, viuda del acaudalado cienfueguero Nicolás Salvador Acea y de los Ríos.

Nicolás Acea de los Ríos, uno de los pudientes benefactores de Cienfuegos, luego de la muerte de su joven hijo “Tomás Acea” a causa de la tuberculosis, dotó a Cienfuegos de obras benéficas como el colegio San Lorenzo, hoy una secundaria básica y el asilo para ancianos Nicolás Acea, que en la actualidad es el Hospital Pediátrico de Cienfuegos.

Los albaceas de la dama, Felipe Silva y Cipriano Arenas, promovieron la obra y su nombramiento en memoria del hijo fallecido del benefactor cienfueguero.

Pablo Donato Carbonell fue el autor del proyecto del edificio administrativo, Cipriano Arena, el autor de toda la construcción del cementerio. La edificación administrativa y el cementerio fueron construcciones que se hicieron al unísono.

A pesar de haber sido construido para los pobres, hay todo un derroche de esculturas monumentales hechas con mármol de Carrara, de alta calidad, traído desde Italia.

Uno de los mayores atractivos del Cementerio “Tomás Acea” es la espléndida edificación neoclásica que remite al Partenón griego y recibe a cienfuegueros y visitantes

Este edificio tiene 64 columnas, 6 salones con diferentes usos, hay un salón donde se guardan todos los archivos del cementerio, de muchísima utilidad, desde el año 1926 hasta la actualidad, están las oficinas de la administración, una capilla, y una sala para las autopsias.

Fue tan acertado su emplazamiento y tan monumental su portón, que los ricos hicieron suya la parte elevada de la colina

Es un cementerio-jardín inspirado en necrópolis estadounidenses y europeas. Aquí las bóvedas, mausoleos y tumbas armonizan con el paisaje.

El área total del recinto es de 17.6 hectáreas y está parcelado en diferentes secciones. Bóvedas, mausoleos y tumbas se integran armoniosamente al paisaje cuyo entorno se recorre a través de avenidas y calles con nombres de árboles: Los Pinos, Los Tamarindos, Los Cipreses, Los Cedros, Las Palmas, Los Robles, Los Álamos, etc

En el Cementerio “Tomás Acea” descansan personalidades de la historia, la cultura, las ciencias de la localidad y se destaca desde el exterior por su impresionante fachada del edificio central, que es expresión elocuente de la arquitectura del período republicano en la Isla.

Como cosa curiosa podemos agregar que ninguno de los Acea fue enterrado  aquí. (Recopilación de Internet)