Remedios, 27 oct (RHC) Enigmáticos portafaroles apoyados en veteranas paredes y curiosas aldabas en las puertas, muestras de la arquitectura colonial, dan la bienvenida al que visita la longeva ciudad de Remedios, 500 años después.

Salvados del paso del tiempo, los atractivos aditamentos para sostener las luces, muestran la gran importancia que tuvieron esas piezas de metal para el alumbrado público en los siglos XVIII y XIX, períodos en que destaca el auge económico de la localidad villaclareña.

Ese apogeo económico contribuyó a la construcción de amplias viviendas, con enormes puertas de cedro, que requerían de un fuerte llamado para ser atendidos, de ahí las grandes y bellas aldabas que permanecen a la entrada de las casas.

Los portafaroles hechos por artesanos al igual que las hermosas aldabas son testigos de pasadas centurias, que llegan hasta el presente en las adoquinadas calles de Remedios. (Fuente: Radio Reloj)