Ñico Saquito, legado de cubanía musical

بقلم: Maite González Martínez
2020-01-08 09:27:36

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Por: Guadalupe Yaujar Díaz

Reconocido como el máximo exponente de la guaracha cubana, el guitarrista y compositor Ñico Saquito (Benito Antonio Fernández Ortiz) compuso más de 500 canciones, abarcó toda la gama de la música popular cubana, incluyendo la campesina. Sus composiciones han integrado el repertorio de los más relevantes artistas y agrupaciones nacionales y en el extranjero. (*)

Fue un compositor de la gracia cubana, cultivó un fino humor burlón y chispeante que narra, en sus composiciones, las más simpáticas crónicas costumbristas de la isla.

Así, su vida personal o la sus conocidos, hechos comunes o muy singulares fueron objeto de inspiración para su obra.

Cuando se menciona el nombre de Ñico Saquito se recuerda enseguida Cuidadito Compay Gallo (que compuso en 1936, pieza de gran notoriedad en las voces y guitarras del trío Matamoros, que le grabó el tema y lo hizo popular).

También otras piezas como la célebre María Cristina, que ha quedado como sellada en la memoria de los cubanos, en tanto Al vaivén de mi carreta y Adiós Compay Gato le proporcionaron el éxito.

Varios cantantes extranjeros se sintieron estimulados por el genio del cubano. Le grabaron temas famosos de la época como “Camina como Chencha la Gambá”, “Mi cinturita”, “Me voy para la luna”, mientras el trío mexicano Los Panchos conquistó a miles de admiradores con el tema “Silverio, Facundo y la luna”.

“Mis canciones nacen de un dicharacho, de un cuento que oigo en cualquier lugar, de un chiste y, por supuesto, de las alegrías y sinsabores que me han sobrevenido en algún momento de la vida. Pero todas completamente todas, tienen raíz popular […].” De ahí la perdurabilidad de sus guarachas, guajiras y boleros; en ellas se ve reflejado el cubano, su vida cotidiana, porque su música es un reflejo de su idiosincrasia.

Según contaba él mismo, el sobrenombre de Ñico Saquito vino por su habilidad jugando contratado al béisbol en estadios de su natal Santiago de Cuba: "no se le va una pelota, alguien comentó, parece que tiene un saquito en la mano en este juego de béisbol", y así se quedó para siempre con ese apelativo.

Pero, su afición por el deporte sería reemplazada por la música y las primeras décadas del siglo XX, cuando la isla antillana rebosaba de cantautores, Ñico Saquito se abría paso entre la competencia musical en el país.

La música comenzó a reinar en su vida cuando su mamá y su tía juntaban voces en el barrio santiaguero de Tivolí, donde él nació, además de la influencia de las tradiciones musicales de su ciudad.

En 1928 inició su carrera como trovador con el Cuarteto Castillo, del cual fue director y voz segunda; posteriormente formó parte del grupo Típico Oriental, dirigido por Guillermo Mozo, con el que hizo su primer viaje a la capital cubana.

Luego de esta experiencia, retorna a su provincia natal y funda Los Guaracheros de Oriente, con los que realiza presentaciones en Cuba, Puerto Rico y Venezuela en la década del 50.

Alternó Ñico Saquito con José Ramón Sánchez (El Madrugador), Celina González y Reutilio, Merceditas Valdés, Fernando Albuerne, Senén Suárez y Obdulio Morales entre otros reconocidos cantantes y músicos.

Ñico permaneció en el extranjero hasta que en 1960, que regresó a Cuba, el decide retornar a la isla mientras su grupo se queda en el exterior. Hasta su fallecimiento trabajó en el emblemático bar-restaurante La Bodeguita del Medio, ubicado en La Habana Vieja.

Sus creaciones han permanecido a través de los tiempos en el repertorio invariable de grandes intérpretes como Benny Moré, Compay Segundo, y el Septeto Ignacio Piñeiro por sólo citar algunos de ellos. Numerosas películas del cine latinoamericano cuentan con sus obras en sus bandas sonoras.

(*) Nació en Santiago de Cuba. (13 de Febrero de 1901.- 4 de agosto de 1982)



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