Por: Maritza Gutiérrez

La Habana, 9 ene (RHC) Hace poco más de 10 años Cuba apostó por la introducción del enfoque de Manejo Sostenible de Tierras con la intención de apoyar el Programa Nacional de lucha contra desertificación y la sequía.

Para su implementación ha contado con financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial y el acompañamiento de la Agencia para el Desarrollo (PNUD), ONU-Ambiente y Alimentación y Agricultura.

Este Programa es una muestra de la visión integradora que promueve la Agenda de Desarrollo 2030. Contribuye directamente al cumplimiento de metas y objetivos asociados a la protección de los ecosistemas terrestres, el enfrentamiento al cambio climático y la gestión de recursos hídricos. Hace importantes aportes al crecimiento económico y la alimentación, ayuda a establecer alianzas, incrementa la educación y la equidad de género.

En Cuba, con el acompañamiento de varios organismos, instituciones locales y bajo la guía del Ministerio de Ciencias, Tecnología y Medio ambiente (CITMA), se trabaja en la generalización de este enfoque de Manejo Sostenible en todos los municipios del país para declarar la mejor forma de producir y obtener bienes y servicios de calidad, sin comprometer el estado de los recursos naturales y su capacidad de resiliencia.

Entre las experiencias más novedosas se reconocen en Cuba como mejores fincas en el MST las de Cascajal (Pinar del Río), Cayo Piedra (Matanzas), El Alacrán( Camagüey), Bárzagas (Guantánamo) y Tierra Brava (Pinar del Río).

En un reciente encuentro en La Habana, la presidenta de la Agencia Cubana de Medio Ambiente del CITMA, Maritza García, reafirmó su certeza de que este programa muestra la necesidad de un trabajo en equipo y que constituye un pequeño aporte al llamado del país para dirsminuir las importaciones de alimentos y apoyar el autoabastecimiento desde los municipios.

Durante el encuentro se destacó que se trata de una experiencia muy novedosa, no solo para Cuba, sino para la región y el mundo.

Al concluir el año 2019, Cuba cerró un ciclo en el que se integran actores económicos, ambientales, científicos, educadores, productores agropecuarios, el sector bancario y los gobiernos locales.

Este innovador proceso avanza y se consolida: ya el país posee nueve áreas con la categoría de Iniciada y una en la de Avanzada, es decir, que son diez unidades agroproductivas de referencia, donde se muestra cómo producir alimentos protegiendo los ecosistemas. Se trata no solo de cuidar el suelo, sino también el agua y el bosque asociado a todos los bienes y servicios que se pueden dar en las fincas.

Los retos del programa de Manejo Sostenible de Tierras en Cuba son varios, entre ellos, continuar declarando más sitios en las diferentes categorías, mantener el rigor técnico y acompañar a los productores y cooperativas para lograr, en lo posible, exportar alimentos bajo los principios de manejo sostenible de tierras.

Vale destacar que este programa de MST ha sido incorporado como una prioridad del estado cubano en las asignaciones de financiamiento por parte de los principales mecanismos financieros del pais para el sector agropecuario y forestal.

De hecho, se ha convertido en referencia dentro de la estrategia nacional para la seguridad alimentaria y la Tarea Vida, en particular, por su aporte al enfrentamiento a la sequía y la reducción de las vulnerabilidades en los escenarios presentes y futuros en un contexto de clima cambiante.