Ceiba del Templete
por María Calvo
La Habana, capital cubana fundada definitivamente en 1519 a la sombra de una ceiba, bautizada en aquel entonces como San Cristóbal de La Habana, cuenta con calles sumamente llamativas que atraen a viajeros de todo el mundo para apreciarlas y fotografiarlas.
El paisaje urbano lleno de historia, tradiciones y brillo particular conduce a un viaje significativo por sus arterias, donde las más atrayentes no son precisamente avenidas populosas, ni las rodeadas de hoteles y restaurantes, sino más bien las que resaltan por su pintoresco nombre.
Sus nombres recuerdan a antiguos propietarios, algunas con significado histórico, vinculado a acontecimientos o a personajes. A otras se les atribuyen con criterio topográfico que rescata características del terreno o por el punto de vista espiritual .
Aquí les explicamos el origen de los curiosos e interesantes nombres de algunas de las calles habaneras .
calle Obispo
OBISPO: Por el año 1641, vivió en la esquina de Compostela, fray Jerónimo de Lara, precisamente Obispo de La Habana, en la actualidad es un bulevar muy concurrido.
ÁGUILA: En esta calle se encontraba una de las tabernas más famosas en su tiempo, donde había pintada un águila, a la que debe su nombre.
GALIANO: Don Martín Galiano, ministro interventor de obras de fortificaciones, construyó un puente que llevó su nombre, sobre la Zanja Real, en la dirección antigua de esta calle.
INQUISIDOR: Allí vivió Don Claudio de la Luz, comisario segundo de la Inquisición. En 1750 fue doctor en derecho canónico de la Universidad Pontificia.
SOL: Se llamaba calle de la Pólvora, pues hacia allí se había trasladado el polvorín del castillo de La Fuerza. El nombre definitivo nacería más tarde cuando se abriera una bodega con un sol pintado en su fachada, en la esquina donde se cruzaba con Aguacate.
AGUACATE: Debe su nombre por la existencia de un frondoso árbol de este fruto en la huerta del Convento de Belén. Los que eran vendidos a precios razonables, para evitar el castigo divino.
calle O´Relly
O'REILLY: Paralela a la calle Obispo, también une el Parque Central con la Avenida del Puerto. En ella se encontraba una de las puertas más utilizadas para entrar y salir de la zona que estaba rodeada de murallas. Por allí accedió a La Habana el General español Alejandro O'Reilly, luego de recuperada la ciudad del dominio inglés y a este oficial debe su nombre.
MONSERRATE: Aquí se encontraba la Ermita de Monserrate, fundada en 1695, en una placita de las puertas de la muralla de ese nombre, para proteger a la ciudad de los ataques de corsarios y piratas.
PICOTA: Para darle un toque de humor, quizás negro, esta calle se llamaba así, pues en la esquina con Jesús María se encontraba la picota pública donde se azotaba a los reos.
OFICIOS: En esta se establecieron muchos artesanos, los lugareños acudían en busca de plateros, herreros, carpinteros, fundidores, orfebres y otros servicios de gran utilidad en la colonia. Desde la Plaza de San Francisco hasta la de Armas, en 1584 era la más importante de las cuatro calles existentes en ese momento en La Habana.
Paseo del Prado
PRADO: Esta alameda, construida en 1772, se nombró Nuevo Prado o Paseo. En la actualidad se le denominada Paseo del Prado, aunque su nombre es José Martí, en honor al Héroe Nacional de Cuba. Se trata de una avenida de pasaje central arbolado, con asientos y leones de bronce,y que desemboca en el mar.
GALIANO: Don Martín Galiano, ministro interventor de obras de fortificaciones, construyó un puente que llevó su nombre, sobre la Zanja Real, en la dirección antigua de esta calle.
TEJADILLO: En esa calle había una casa que se distinguía por su pequeño techo de tejas, el de las demás era de guano, la barriada era habitada por gente pobre.
TENIENTE REY: Una de las calles más rectas y sombreadas de la Habana colonial. Su nombre ha perdurado sobre disposiciones e intenciones de ser cambiado. Cuenta la historia que en ella vivió el español Teniente Félix del Rey y en la combinación de su título y apellido el pueblo halló la manera de referirse a la calle.
LAMPARILLA: Aquí en esta calle, todas las noches un piadoso señor encendía una lámpara y la colgaba junto a una ventana de su casa y se decía que era para las ánimas del purgatorio.
CORRALES: Lugar donde hoy se encuentra la Estación de Ferrocarril, y donde existían corrales para cerdos.
PERSEVERANCIA: Debe su nombre a la perseverancia de los ingenieros constructores de las calles habaneras, durante 1818, dado lo complicado del trazado de las mismas.
MERCADERES: La calle debe su nombre a la cantidad de tiendas de mercadería, en las que se hallaba lo más precioso de los tejidos de lana, lino, seda, plata y oro entre otras mercancías.
TROCADERO: En 1823 esta calle se llamaba León de Oro. Cuando los franceses tomaron el fuerte Trocadero de Cádiz, se le dio ese nombre. El fuerte que perdieron en España, lo rescataron en una calle en Cuba; bueno, algo es algo.
LEALTAD: Don José María Morejón y Rojas, estableció en 1881, una cigarrería con el nombre de Lealtad, en la esquina hoy conforman las calles Lealtad y Salud.
AMARGURA: Fue una de la vías horizontales más antiguas y significativas, cuya connotación es principalmente religiosa, recibió el nombre por la peregrinación del Vía Crucis en recordación al martirio de Jesús especialmente las que salían en Semana Santa.
calle San Ignacio
SAN IGNACIO: En 1690 se construyó una ermita que estuvo dedicada a San Ignacio, santo que aún la identifica. Nace en la calle Chacón y culmina en la Alameda de Paula, atravesando buena parte del casco histórico y dejando entrever maravillas arquitectónicas y culturales. Es una joya histórica por el conjunto de edificaciones que la conforman.
BARATILLO: Antiguamente se llamó Villa Alta. Esta calle une las plazas de Armas y de San Francisco. Toma su nombre por la cantidad de mercancías baratas que se vendían allí.
CUARTELES: Por la existencia de dos cuarteles, el de San Telmo y el de Artillería Diaria.
EMPEDRADO: Por haber sido la primera calle habanera empedrada o pavimentada con piedras llamadas “chinas pelonas”, aquí está ubicada la Bodeguita del Medio el mundialmente famoso lugar.
APODACA: Se nombró así por el general Juan Ruiz de Apodaca, conde de Venadito, que gobernó de 1812 a 1816.
PAULA: En su extremidad, se encontraba la iglesia de San Francisco de Paula. El Ayuntamiento acordó en 1922 sustituir el nombre de Paula por Leonor Pérez, la madre de José Martí. (Tomado de Internet)