Palma Real, símbolo de cubanía

بقلم: Maite González Martínez
2020-08-12 07:39:51

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Foto / Granma.

Por: Guadalupe Yaujar Díaz

La Habana, 12 ago (RHC) La Palma Real (Roystonea regia) es uno de los árboles más elegantes y populares de Cuba, la cual alcanza a vivir hasta dos siglos.

De la totalidad de especies de palmas existentes en el archipiélago cubano, resulta la más abundante, majestuosa y útil, tanto que es considerada como parte de la historia del pueblo cubano desde su población aborigen y piedra angular de las luchas libertarias del siglo XIX, razones por las cuales constituye la parte principal del Escudo de la nación.

Declarada Árbol Nacional del país caribeño, es la especie más notoria del paisaje campestre cubano, al cual dota de singular belleza.

En el cuartel inferior izquierdo del Escudo Nacional, figura en el centro un paisaje de verde suelo llano y montañoso, en un cielo azul y claro, que simboliza nuestro entorno en lo más natural y propio de su contenido y donde preside, en su alzamiento, una palma, la palma real, el árbol que tipifica lo cubano, con el botón de su hoja central en lo más alto, emblema del carácter indoblegable de su pueblo.

La familia de las palmas está representada en Cuba por 15 géneros y 98 taxones infragenéricos, que incluyen 80 especies, 10 taxones infraespecíficos y 8 híbridos.

El género Roystonea se compone de 10 especies muy afines entre sí, distribuidas en Cuba, la Florida (sur de EE. UU.), La Española (Haití y República Dominicana), Puerto Rico, Jamaica, Antillas Menores, América Central (Nicaragua, Honduras y Yucatán, en México) y norte de América del Sur.

Además, está plantada en todos los países de la zona intertropical y se ha asilvestrado en varias regiones. Cuatro especies de Roystonea se encuentran únicamente en el este de Cuba, Guantánamo.

Su follaje está conformado por largas hojas compuestas, conocidas como pencas, las cuales no ofrecen gran resistencia al viento; sin embargo, es raro que una Palma Real sea derribada, aún en medio de los fuertes ciclones que pueden azotarlas.

Los especialistas afirman que el secreto está en su tallo, compuesto por duras fibras alineadas y unidas entre sí por una materia algo esponjosa. El tronco es más duro en el exterior y más suave en el corazón.

Posiblemente no exista otro árbol que aporte de forma más completa utilidades al campesino cubano de ayer y de hoy que la Palma Real. De la también conocida “reina de los campos de Cuba”, son útiles al hombre y a los animales todas sus partes.

Con sus espatas florales se hacen catauros (cestas no tejidas), y los frutos (palmiche) se usan como alimento para los cerdos, al presentar diversidad de metabolitos, entre los que se destacan lípidos, triterpenos, esteroides, flavonoides, fenoles y taninos, importantes en el desarrollo de nuevos ingredientes activos para la industria farmacéutica.

Las semillas contienen hasta 28 % de aceite, útil para elaborar jabón; los racimos secos sirven de escobas rústicas, y el cogollo tierno puede emplearse como alimento (palmito).

Sus flores son una importante fuente de alimento para las abejas.

El tronco es aprovechable para elaborar pilones, tableros de secar café y cacao, además de para conformar paredes de casas u otras construcciones campesinas; las hojas jóvenes, para hacer asientos y cojines, y las yaguas sirven para envolver las hojas curadas del tabaco en tercios.

El cocimiento a partir de su raíz se utiliza como diurético, a fin de favorecer la expulsión de cálculos renales, y para el tratamiento de la diabetes.

Además de ser un árbol sagrado para determinadas religiones difundidas en Cuba, es empleado como planta ornamental en jardines, avenidas y parques.

Muchos animales de la fauna se alimentan o nidifican en las palmas reales, como la cotorra, el sinsonte o el tocororo, Ave Nacional de Cuba.

Recientemente, expertos vinculados a la botánica propusieron otorgar mayor peso a la Palma Real en los programas de reforestación, por sus bondades ambientales y para contribuir a que no desaparezca de amplias llanuras donde casi no se reproduce naturalmente.

Mientras, en la agricultura se incentiva el corte del palmiche, con vistas a sustituir importaciones en la alimentación animal.

La Palma Real está protegida por las leyes, y se prohíbe su tala, salvo que sea indispensable y con la debida autorización.

La palma como símbolo y como árbol ha sido motivo de inspiración para músicos, poetas y artistas de la plástica.

En la parte inicial del primero de sus Versos Sencillos (publicados en 1881), José Martí, el Héroe Nacional de Cuba, definió su origen de la siguiente forma:

“Yo soy un hombre sincero

De donde crece la palma…”

En un discurso pronunciado el 30 de noviembre de 1889 en el Hardman Hall, de Nueva York, en homenaje a José María Heredia, al referirse al sitio de Cuba donde se había producido el nacimiento del primer cantor de la independencia cubana, Martí significó: “Donde son más altas las palmas en Cuba nació Heredia, en la infatigable Santiago”

Y, haciendo alusión a los ideales libertarios de su pueblo, el Héroe Nacional remarcó el 26 de noviembre de 1891, ante emigrados cubanos en la ciudad estadounidense de Tampa:

“…las palmas son novias que esperan: y hemos de poner la justicia tan alta como las palmas.”



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