Hotel Victoria
Aunque a menudo se pasa por alto, el hotel Victoria es el establecimiento hotelero más antiguo de El Vedado. Nunca ha dejado de funcionar desde que el 14 de julio de 1928 abrió sus puertas como Hotel Residencial Vedado.
Hoteles antiguos del Vedado
Los hoteles que existían en el momento de su fundación, como el Trocha, en Calzada y 2, Cecil, en Calzada y A, y Maison Royal, en la calle 17, no existen hoy en día, por lo que el Victoria hace gala de sus años como el más antiguo y conservado.
El Victoria comenzó a construirse en 1925 en la esquina de 19 y M. Un edificio dotado de 35 habitaciones con baño privado, distribuidas en cinco plantas. Habitaciones pequeñas con grandes ventanas de madera que abrían hacia fuera.
Hay en la barriada otros que le son cercanos en cuanto a fecha. El Presidente se inauguró el 28 de diciembre de 1928, cuando el dictador Gerardo Machado abrió su puerta principal con una llave de oro, mientras que el Hotel Nacional se inauguró en diciembre de 1930.
Hotel Vedado
En los años 40 los propietarios del Victoria deciden construir otro hotel. Lo hacen en la calle O, entre 23 y 25 y lo bautizan como Hotel Vedado, y, en reconocimiento a las ganancias que les reportó y seguía reportándoles la vieja instalación de 19 y M, le dan el nombre de Victoria, que lleva hasta hoy.
A casi un siglo esta pequeña y elegante propiedad se ha mantenido con un encanto extraordinario, discreto, tranquilo, acogedor e íntimo situado en una de las más céntricas zonas de la capital cubana, y ha sido el preferido a lo largo de los años por disímiles personalidades, sobre todo por intelectuales y escritores, por su posición privilegiada y sus excelentes vías de comunicación.
Aquí se alojó Juan Ramón Jiménez, el autor de Platero y yo, con su esposa Zenobia Camprubí entre noviembre de 1936 y enero de 1939. Antes, en 1930, el compositor ruso Sergio Prokofiev y su esposa, la cantante española Lina Lluvera, y en 1938 la poetisa chilena Gabriela Mistral, premio Nobel de Literatura, al igual que Juan Ramón.
Artistas de la talla de Lezama Lima y García Lorca, dejaron su impronta en ese emblemático edificio, la poeta Dulce María Loynaz, el hispanista cubano José María Chacón y Calvo y don Ramón Menéndez Pidal, el autor de La España del Cid que, aunque no fueron huéspedes del Victoria si lo visitaban.
Al hotel Victoria lo rodean algunas de las más importantes instituciones habaneras, además de varios de los sitios más turísticos de Cuba, como la emblemática heladería Coopelia y el extraordinario Malecón habanero, un lugar especial para disfrutar de las noches capitalinas. (Recopilación de Internet)
