Victoria, 14 sep (RT) La crisis del coronavirus ha impactado duramente a la economía de muchos países, pero ha supuesto, en contrapartida, un alivio para la naturaleza. Prueba de ello es el aumento en un 30 % de la población de delfines gibosos del Indo-Pacífico cerca de Hong Kong desde el pasado mes de marzo.
Los científicos creen que la ausencia de tráfico durante la cuarentena es la causa de que los animales hayan regresado a lugares que antes evitaban debido a los transbordadores que conectaban Hong Kong con Macao.
El regreso de los mamíferos ha permitido a los investigadores estudiar cómo el ruido submarino influye en su vida, colocando para ello micrófonos en el agua del río de las Perlas, donde habitan unos 2.000 delfines.
"Estas aguas, que anteriormente fueron una de las vías con mayor tráfico de Hong Kong, ahora se volvieron muy tranquilas", explica Lindsay Porter, científica marina de la Universidad de St. Andrews, citada por Reuters.
La investigadora supone que los delfines se adaptaron al ambiente tranquilo más rápidamente de lo esperado, por lo que es probable que la población aumente cuando se eliminen otros factores estresantes.
Por de pronto, el Gobierno de Hong Kong ha abierto los parques marinos, donde el tráfico de barcos es limitado, si bien no está prohibido, lo que significa que los delfines aún corren peligro de resultar heridos por los transbordadores.