Por: María Josefina Arce

Como cada mes de julio ha llegado hasta territorio cubano la solidaridad de la Caravana de Amistad Cuba-Estados Unidos. Portadores como ya es habitual de ayuda humanitaria, los caravanistas con su firme actitud desafían el ilegal bloqueo norteamericano contra el pueblo cubano y la prohibición de viajar libremente al archipiélago.

Estadounidenses, europeos y mexicanos integran el contingente que dirige Gail Walker, directora ejecutiva de Pastores por la Paz e hija del fallecido pastor Lucius Walker, fundador de la Caravana en 1992.
Procedente de México llegó el grupo tras recorrer unas 45 ciudades en Estados Unidos, donde realizaron actos públicos en iglesias, centros comunitarios y universidades, organizados por grupos de solidaridad, activistas comunitarios y líderes religiosos.

En su recorrido por territorio norteamericano los activistas hicieron un mayor énfasis en informar sobre los obstáculos que representa para el desarrollo pleno de los cubanos el bloqueo económico, comercial y financiero, medida unilateral que se mantiene a pesar del acercamiento que ha habido entre Estados Unidos y Cuba.

En México también desarrollaron varias acciones encaminadas a condenar la política hostil. Es así que participaron en el foro “Las nuevas relaciones Cuba-Estados Unidos. ¿Finalizó el bloqueo?”, al tiempo que efectuaron un acto ecuménico y político frente a la embajada norteamericana en Ciudad de México.

Esencial es el papel que han desempeñado a la largo de todos estos años para explicar al mundo el efecto negativo del bloqueo y el sufrimiento que ha causado a las familias cubanas por más de medio siglo.

Más de un millón de millones de dólares ha causado en pérdidas la genocida medida que mantiene Estados Unidos, a pesar del reclamo mayoritario de la comunidad internacional en la Asamblea General de la ONU de que se ponga fin.

En Cuba como es habitual los caravanistas participarán en diversas actividades y estarán presentes el 26 de julio en el Acto Central por el aniversario 63 del Asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, que en esta ocasión tendrá como sede a la ciudad de Santi Spiritus.

La Caravana es un genuino ejemplo de solidaridad. Decenas de toneladas de artículos destinados fundamentalmente para la salud y educación han llegado gracias al proyecto del reverendo estadounidense Lucius Walker, quien falleció en septiembre de 2010.

Amenazas y multas no han podido impedir la llegada a Cuba de los activistas con su valiosa ayuda y su mensaje de amor, a pesar de que el gobierno norteamericano retuvo cargamentos y obstaculizó su arribo a Cuba.

Pero huelgas de hambre, demostraciones y la solidaridad dentro de la propia nación norteña y en la comunidad internacional obligaron una y otra vez a Washington a permitir el paso de los caravanistas, quienes durante más de dos décadas han brindado ayuda, pero sobre todo apoyo al pueblo cubano en su lucha porque se ponga fin al genocida bloqueo estadounidense.