por María Josefina Arce
Grandes son las potencialidades con que cuenta en materia de energía renovable Cuba, un país que se ha trazado como objetivo el cambio de su matriz energética para el 2030.
De ahí que se impulsen estratégicas inversiones para incrementar el uso de las fuentes renovables de energía y el ahorro de combustibles, unido a una mayor protección del medio ambiente.
La nueva cartera de oportunidades para la inversión foránea, dada a conocer en noviembre pasado en la Feria Internacional de La Habana, promueve proyectos para la generación de energía a partir de fuentes renovables, por lo que se detallan opciones concretas, tanto para la participación de empresas cubanas, como extranjeras.
Destaca en la Zona Especial de Desarrollo Mariel, en el occidente cubano, la oferta a empresas de capital extranjero para la instalación y operación de parques solares fotovoltaicos con capacidades entre 5 y 15 Mega Watts.
Además se contemplan 16 proyectos para la producción de energía en plantas bioeléctricas que funcionan a partir de los desechos de la caña de azúcar durante la cosecha y de otros residuos vegetales.
La electricidad generada por esas plantas se empleará en los centrales azucareros y la sobrante se destinará a la red nacional.
Resalta también la ejecución de un gran parque eólico en la provincia de Guantánamo, con una potencia de 174 MW, y la instalación de otro en la franja costera de la Península de Lucrecia, en la localidad de Banes, en la costa norte de la oriental provincia de Holguín, con una potencia de 102 MW.
En estos esfuerzos que hace el país por avanzar en el uso de la energía renovable se inscribe la Primera reunión Cumbre para la Inversión Energética en Cuba, que durante dos días sesionó en La Habana, con la asistencia de empresarios de 14 países de América Latina y Europa.
Las formas y métodos que conectan a los inversionistas extranjeros con las oportunidades que ofrece el sector cubano de la energía centraron los debates del encuentro, que atrajo a representantes de compañías de Alemania, Costa Rica, Canadá, Estados Unidos, Gran Bretaña e Irlanda del Norte, entre otros.
Los debates se centraron en fuentes renovables de energía como la eólica, solar y la proveniente de la biomasa cañera y no cañera, en las que la Mayor de las Antillas ha puesto su atención para lograr el cambio de la matriz energética y así alcanzar más del 24% de su uso en general en el año 2030.
Alcanzar la soberanía energética y de ese modo también contribuir a una mayor protección del entorno constituye prioridad del gobierno cubano, el cual invertirá una alta suma en los próximos 15 años, que permitirá al país elevar el número de parques eólicos, las instalaciones fotovoltaicas y el aprovechamiento de la biomasa.
