Por María Josefina Arce.

Más de doce MIL 500 kilómetros separan a Cuba de Japón, pero eso no ha impedido que hasta nosotros haya llegado la centenaria cultura japonesa, sus artes marciales, sus costumbres culinarias e incluso su idioma.

La distancia geográfica no ha sido un obstáculo para que durante cuatro siglos ambos países hayan mantenido unas verdaderas relaciones de amistad, que ahora buscan consolidar y ampliar.

Ese es el objetivo de la visita que realizó a La Habana el primer ministro nipón, Shinzo Abe, la cual estuvo antecedida por la reestructuración de la deuda de Cuba con Japón.

Histórica ha sido esta visita pues se trata de la primera vez que un jefe de gobierno de la nación asiática pisa tierra cubana, donde se reunió con el presidente Raúl Castro y el líder histórico de la revolución cubana, Fidel Castro.

En una entrevista concedida al diario cubano Granma, el primer ministro japonés enfatizó que era su deseo estimular el comercio y las inversiones, mejorar aún más la cooperación para el desarrollo y fomentar el intercambio académico, deportivo y turístico.

Lo cierto es que Tokio está muy interesado en estrechar vínculos comerciales con el archipiélago, y expandir la presencia de las compañías japonesas aquí.

Precisamente en este año han viajado a La Habana varias misiones económicas japonesas, atraídas por las grandes potencialidades de la Mayor de las Antillas.

Ahora se abren nuevas oportunidades a partir del proceso de actualización del modelo económico cubano y las medidas relacionadas con la política de inversión extranjera, que además de una ley más moderna como la 118, cuenta con la Zona Especial de Desarrollo Mariel, en el occidente del paìs, en pleno apogeo en la concertación de proyectos y negocios.

También en el mes de noviembre se efectuará en Tokio una nueva reunión del Comité conjunto público-privado con vistas al fortalecimiento de las relaciones económicas.

Este Comité fue creado el pasado año a propósito de la visita al país caribeño de Fumio Kishida, canciller nipón, quien también ratificó el interés de relanzar los vínculos entre los dos archipiélagos.

Asimismo, Japón que en la pasada Feria Internacional de la Habana tuvo una destacada participación, contará en la próxima edición, en noviembre venidero, con una mayor presencia de firmas, ansiosas por presentar su producto y conocer el mercado cubano.

La cooperación entre ambas naciones ha sido de un gran beneficio mutuo, pues por ejemplo durante varios años la Agencia de Cooperación Internacional de Japón ha brindado su ayuda para la implementación de proyectos conjuntos en actividades de interés estratégico en la Mayor de las Antillas, como la producción de arroz y el manejo de residuos sólidos en la Bahía de La Habana.

Sin dudas la visita del primer ministro japonés a Cuba es una histórica oportunidad para abrir una nueva página en las relaciones de amistad que durante más de 400 años han mantenido y cuidado los dos lejanos pueblos.