por María Josefina Arce
Sobran los ejemplos de las tácticas encubiertas puestas en práctica en los últimos tiempos por la derecha latinoamericana para desestabilizar a los gobiernos progresistas de la región. El Salvador tampoco escapa a los intentos de la oligarquía por recuperar el poder e implantar nuevamente el modelo neoliberal.
Lo cierto es que dado el avance del gobierno del presidente Salvador Sánchez Cerén en las áreas económica y social, algunos sectores de la derecha de forma desesperada buscan entorpecer el proceso de cambios iniciado en 2009 con el primer gobierno del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional y que se consolida actualmente.
Para ello viene desarrollando una serie de acciones como el paro de los transportistas y la insubordinación e intento de protestas de un pequeño grupo de soldados, que tuvieron lugar el pasado año.
Los analistas estiman que el partido de derecha ARENA, Alianza Republicana Nacionalista, durante dos décadas en el poder, ha intentado crear un escenario de división dentro de la Fuerza Armada para forzar la salida del presidente Sánchez Cerén.
Asimismo, a través de las redes sociales se han convocado a marchas, que no han fructificado, para pedir la renuncia del primer mandatario y su gabinete,
En este camino también se inscribe el bloqueo de la derecha desde la Asamblea Legislativa a los recursos financieros del gobierno, así como las sentencias de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia que ha despojado al gabinete de los fondos necesarios para su buen desenvolvimiento.
Medardo González, secretario general del Frente Farabundo Martí, aclaró que, además, los orígenes de la difícil situación de las finanzas públicas de El Salvador son estructurales y heredadas de las administraciones de la derechista ARENA.
Explicó que alrededor del 70 por ciento de la deuda que actualmente paga el gobierno proviene de los cuatro períodos de Alianza Republicana Nacionalista en el poder ejecutivo.
Recordemos que entre sus presidentes se encuentran el fallecido Francisco Flores, procesado penalmente por desviar y apropiarse de 15 millones de dólares de donaciones de Taiwan, y Elías Antonio Saca que afronta un proceso civil por enriquecimiento ilícito en más de 4 millones de dólares.
Sin embargo, el gobierno del Frente Farabundo Martí no se detiene en su labor a favor de todos los ciudadanos, fundamentalmente los más vulnerables, y está enfrentando a las estructuras criminales e impulsando programas que a mediano y largo plazo cambiarán el contexto de violencia, exclusión y pobreza impuesto durante décadas por los ejecutivos de Arena.
Además comprometido con la paz y el progreso de todos los salvadoreños, el presidente Sánchez Cerén, aseguró que continuará con su política de diálogo y manifestó su confianza de que la nueva dirigencia de ARENA se incorpore a estas conversaciones.
Desde el inicio de su administración, Sánchez Cerén ha sostenido un diálogo constante con todos los sectores y fuerzas políticas salvadoreñas, en busca de consensos para dar solución a los grandes problemas de país y crear un Salvador más seguro e inclusivo.