por María Josefina Arce
Desde hace meses Bolivia se ve afectada por una fuerte sequía, asociada al fenómeno climatológico El niño, que ha incidido sobre decenas de miles de familias y provocado pérdidas en cultivos básicos como el arroz, maíz, trigo, frijol y soya, entre otros.
De ahí que el gobierno del presidente Evo Morales haya puesto en marcha una serie de iniciativas para mitigar las afectaciones a la población, tanto por la falta de agua como por la escasez de alimentos.
Programas puestos en marcha por Morales antes de la actual situación como Mi Agua y Mi Riego han impedido que los daños causados por la sequía sean mayores, pues están dirigidos a garantizar el acceso al preciado líquido en comunidades apartadas y a impulsar el desarrollo productivo.
Como parte de Mi Agua ya fueron construidas más de 166 mil conexiones domiciliarias y cerca de ocho mil piletas, además de dar cobertura a casi 43 mil hectáreas.
Esto permitió proteger a más de un millón de personas de las afectaciones de la intensa sequía presente en varias regiones del país andino.
Ahora entre las nuevas iniciativas se inscribe Nuestro pozo, creado mediante un decreto supremo en agosto último y que contempla perforar y habilitar para este año al menos 50 depósitos de agua, entre nuevos y recuperados.
Con ese fin en este mes está previsto habilitar 15 nuevos pozos de agua en diferentes puntos, para lo cual se ha adquirido el equipamiento necesario.
Al llegar Morales a la presidencia en 2006 Bolivia contaba con una cobertura de agua potable de un 63 por ciento y ahora llega al 85 por ciento.
A este apoyo que brinda el gobierno se suma la entrega de alimentos y otros insumos, así como herramientas, tanques de agua y la llegada de camiones cisternas a las zonas más afectadas.
Igualmente para motivar la producción y descartar la importación de maíz, el gobierno decidió comprar el quintal de ese grano en 80 bolivianos hasta el 31 de diciembre.
Las autoridades también decidieron apostar por el almacenamiento de alimentos para que la población no se vea tan afectada por la situación actual. Es así que se construirán cuatro silos que tendrán una capacidad de 50.000 toneladas cada uno.
Unos 18 millones de dólares destinará el gobierno para cada una de estas instalaciones que estarán ubicadas en los departamentos de Beni, Santa Cruz, Cochabamba y Oruro.
Garantizar el acceso al agua potable, la seguridad alimentaria de todos los bolivianos y avanzar en la industrialización del país son metas del gobierno de Evo Morales que ha puesto en marcha profundas transformaciones para construir una Bolivia más inclusiva.