por  Nicanor León Cotayo

Voceros del sector más bravucón que integra la  comunidad cubana en Miami no disimulan su furia por los recientes cambios sucedidos en la política migratoria bilateral.

Uno de esos portavoces, Gina Montaner, publicó este domingo un cometario en el Nuevo Herald bajo el siguiente título: “Ha nacido el cubano indocumentado”.

Según ella, la decisión asumida por Obama de finalizar la política de “pies secos-pies mojados”, antes de ceder su puesto a Donald Trump constituye un golpe de efecto.

Para Montaner (hija) tal manejo facilitó durante 21 años a originarios de la isla que llegaban sin visa acogerse a la Ley de Ajuste Cubano.

Ella reiteró, basada en las leyes migratorias, toda persona de esa procedencia que entre ilegalmente por tierra o por mar, estará sujeta a ser deportada.

Montaner aclaró la existencia de una excepción, quienes puedan calificar como verdaderos necesitados de asilo político.

Hubo alguien que lo dijo aún más claramente, el asesor de Seguridad Nacional, Ben Rhodes, serán tratados igual que el resto de los inmigrantes carentes de documentos.

En opinión de la columnista Montaner, difícilmente Trump intentará darle marcha atrás a una política que ha dividido. Incluso, al “exilio cubano”.

¿Por cuál otro motivo? Debido a que ha sido defensor, a ultranza, de solo permitir el acceso al mercado laboral de un número limitado de inmigrantes.

El artículo de Gina Montaner también dice que, “siguiendo el rosario de ironías”, respecto a esa política hacia Cuba, en esto se dan la mano Obama y los sectores más conservadores del exilio  que probablemente votaron por Trump.

Ella se remite a muchos del titulado exilio histórico para afirmar que las nuevas generaciones de cubanos llegados allá, no viajaron por razones políticas, sino por motivos “puramente económicos”.

Luego sentencia que en ese artero juego político, entre el mandatario saliente y quien está a punto de tomar el relevo, nada ha cambiado en la isla.

Lo único diferente, subraya, es que ha nacido el cubano indocumentado, y a renglón seguido vomita el resto de su amargura cuando escribe:

¡Bienvenido al mundo de las sombras. Jaque mate de la dictadura castrista.!

Quien así escribe es hija del periodista de origen cubano Carlos Alberto Montaner, el cual, no ajeno a la CIA, opera desde hace años anclado en Madrid.

Ambos representan a la ultraderecha más agresiva y dogmática de la llamada “diáspora cubana”, que ahora, como nunca antes, deambula sin brújula sobre la Tierra.

Por ello, sus curiosos lamentos y reprimendas contra Obama y Trump tengan un significado aún más profundo y aleccionador.