por María Josefina Arce
El 2016 fue un año de intensa actividad sísmica. Más de 5 000 temblores se registraron en toda Cuba y los 61 perceptibles, por su magnitud superior a 3 en la escala de Richter, ocurrieron en la región oriental.
Aunque ya se ha hecho habitual esa actividad sísmica en la parte oriental del territorio cubano, en este mes de enero se registró un temblor de 5, 8, seguido por varias réplicas, que mantuvo en vilo a la población que, sin embargo, ha ido ganando en conocimiento y responsabilidad ante ese tipo de evento.
En esta mayor preparación han desempeñado un papel esencial los ejercicios METEORO, que capacitan al país para huracanes y sismos, entre otras contingencias. Además en 2015 se realizó el Ejercicio Sismo, cuyo objetivo esencial fue incrementar la percepción de riesgos, sobre todo en la población, acerca de las causas y consecuencias de estos desastres naturales.
A esto se suma el proyecto Ciudades Alertas y Preparadas, llevado a cabo en el oriente del país por el CENAIS, Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas, en coordinación con organizaciones no gubernamentales de otras naciones.
Esta iniciativa benefició a más de 123 000 personas en la gestión de riesgos en las ciudades de Santiago de Cuba, Guantánamo y Baracoa, con enfoque inclusivo de género y discapacidad.
Junto a una mayor preparación de los ciudadanos, el CENAIS moderniza e incorpora nuevas técnicas para dar un mayor y mejor seguimiento a esta actividad.
Con ese fin instalará próximamente una red de equipos de fabricación china que en caso de un terremoto fuerte permitirán evaluar los datos de las sacudidas del terreno y los lugares con mayores daños.
Ya se habían conectado al sistema nacional cinco estaciones en Pilón, provincia de Granma; Chivirico, en Santiago de Cuba; Nuevo Mundo, en Holguín; Caibarién, en Villa Clara y Camarioca, en Matanzas.
La nueva red debe entrar en funcionamiento en marzo próximo en 50 puntos de la ciudad oriental de Santiago de Cuba que suele ser la de mayor actividad sísmica en la Mayor de las Antillas y donde radica la sede del CENAIS.
Ese equipamiento generará un mapa de sacudida automático con las aceleraciones del terreno, información que se suma al estimado de vulnerabilidad de las construcciones de cada lugar para evaluara los daños y dar prioridad a las gestiones de la Defensa Civil. Los dispositivos se colocarán en consultorios médicos, escuelas, hospitales y viviendas, y enviarán los datos en "tiempo real" hacia la estación central del Centro mediante la transmisión por celulares.
Con esta nueva tecnología Cuba estará más preparada para enfrentar estos eventos, aunque sin descuidar la capacitación de la población, pues la percepción del riesgo que conllevan los temblores es esencial para reducir vulnerabilidades en la comunidad y en las entidades económicas y sociales.