por Nicanor León Cotayo
La congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen se mostró este miércoles irritada con legisladores que visitaron Cuba e ignoraron a sus “disidentes”.
Así lo informó Nora Gámez Torres, periodista del Nuevo Herald, que reporta desde Miami sobre la nación caribeña.
¿Motivo de su indignación? Sostuvieron encuentros con parlamentarios cubanos, pero no con “disidentes”.
A estos últimos ha hecho mucho daño la reiterada circulación de presupuestos gubernamentales a favor de esos grupos.
Hasta mensajes de la representación oficial de Washington en La Habana, sacados a la luz, admiten la falta de prestigio que los caracteriza.
Esta semana, notificó Gámez Torres, al hablar ante la Cámara de Representantes, Ileana desafió a quienes entre ellos visitan “frecuentemente” a Cuba, a marchar con las tituladas Damas de Blanco.
¿Quiénes son esas ilustres damas?
Como ha sido ampliamente demostrado, un grupo de mujeres que, por dinero, recorren calles de La Habana.
¿Tendrán el valor de acompañarlas? Insistió Ileana, o solo quieren llevar a cabo una excursión para hacer a Cuba atractiva?”.
En opinión de Gámez Torres, el comentario de la legisladora floridana es una crítica velada a los senadores Patrick Leahy, Tom Udall y Michael Bennet, así como al representante Jim McGovern, los cuales fueron recibidos en La Habana por funcionarios de alto nivel.
Mientras tanto, añadió, Cuba impedía la entrada a su territorio del secretario general de la OEA, Luis Almagro.
¿Motivo? Por haberse convertido en una escandalosa ramera política al servicio de Estados Unidos.
Ahora Washington le había ordenado entregar un premio made in USA en la capital cubana, teatro bufo que fue rechazado.
Fue en tal escenario que la señora Lehtinen denunció el supuesto aumento de la represión en Cuba.
Según la legisladora, las víctimas fueron, en primer lugar, mujeres y para avalar en algo su versión citó como fuente a la Freedom House, una ONG que, casi abiertamente, maneja la CIA.
La doblemente pequeña congresista de Miami también exhortó a que Trump “cumpla con su deber” y revise la política hacia Cuba.
Hace dos meses portavoces de la Casa Blanca advirtieron que tal proceso se encontraba sometido a un profundo examen.
Cuando hace poco el multimillonario presidente habló ante las dos cámaras del Capitolio, no mencionó el asunto.
Ileana considera que declaraciones del mandatario y algunos de sus colaboradores dan a entender que la administración está preparada “para asumir una postura más dura” hacia su vecino caribeño.
Aunque, expertos añaden, hasta el momento no hay claridad sobre los posibles cambios.
O sea, es una cuestión muy compleja que exige tiempo, paciencia y sabiduría.
Mientras, Cuba permanece tranquila, sin subestimar, ni por un minuto, las extremadamente complejas circunstancias que la rodean.
(CubaSí)