por Nicanor León Cotayo
La Florida brinda una pálida idea sobre cómo, en sentido general, funciona tal sistema en aquel país.
Se acaba de revelar que su gobernador, Rick Scott, y otros funcionarios, gastaron más de 237 millones de dólares en abogados privados para promover sus intereses.
¿Quién llegó a esa conclusión? Una pesquisa de la Associated Press (AP).
Además, los ciudadanos del territorio también se vieron obligados a pagar unos 16 millones de dólares a los abogados del otro bando.
Ello significa un gasto que ronda los 253 millones de dólares en trifulcas jurídicas a lo largo de seis años.
"Doscientos cincuenta millones de dólares es un montón de dinero", expresó Dominic Calabro, presidente de Florida TaxWatch, que monitorea los desembolsos públicos.
Pam Bondi, fiscal general, a cargo de observar un presupuesto de casi 309 millones al año, no tiene facultad para evitar que líderes del estado contraten a abogados privados.
Esos juristas se han convertido en “ruedas sueltas” a quienes nadie en el gobierno estatal sigue los pasos de cerca ni suma las horas de servicio.
AP recuerda que contratar abogados privados fuera del proceso normal es algo familiar en gobiernos locales de todo el país, pero nunca como sucede en la Florida.
El pasado 10 de marzo, un nuevo episodio corroboró hasta dónde se desbordan allí las anomalías financieras.
Bernadette Pardo, columnista del Nuevo Herald, lo sintetizó sabiamente al empezar su escrito de esta manera:
En Tallahassee (capital de la Florida), “hay que seguirle la pista al dinero”.
Luego señaló, aunque también los tragos corrieron alegremente en vísperas del inicio de la sesión legislativa el pasado martes.
Como al llegar la medianoche prohibirían seguir recaudando fondos, los cabilderos “no escatimaron gastos en estos festejos”.
Bernardette indica el motivo, ellos llevan la cuenta y estoy segura que la cobrarán con creces durante los próximos 60 días.
Ella recuerda, hay casi 2,000 cabilderos registrados en el Capitolio intentando convencer a 160 legisladores que voten a favor de sus clientes.
Después la columnista formula una invitación, saquen ustedes la cuenta.
Un legislador por cada 13 cabilderos y casi 20 millones de floridanos “ajenos a lo que ocurre con nuestro dinero en la capital estatal”.
A continuación sentencia, ya establecidos los amos de Tallahassee, indaguemos, ¿quién desea ordenar?
En tal escenario no podía faltar una pincelada a su holgada corrupción.
Ahora el suceso involucró a la agencia de turismo estatal que, como reveló la propia Bernardette Pardo, contrató por un millón de dólares al rapero Pitbul.
Observadores levantaron lo acontecido a manera de prueba del despilfarro y falta de transparencia de las agencias estatales bajo Rick Scott.
Bernardette finalizó su artículo de la siguiente forma:
Hay suficientes propuestas peligrosas como para subirnos la presión a todos, “pero calma, esto apenas comienza.”.
(CubaSí)