Por María Josefina Arce.

En los dos meses que lleva en el poder se ha incrementado a casi el sesenta por ciento la desaprobación al presidente Donald Trump, quien es el único primer mandatario norteamericano en cosechar una negativa tan temprana en su mandato.

El sondeo, dado a conocer por la empresa Gallup y que se realiza diariamente mediante encuestas telefónicas a unos MIL 500 estadounidenses, revela la gran polémica e incertidumbre que han provocado en la sociedad las políticas xenófobas, ultranacionalistas y en contra de la protección del medio ambiente de Trump.

Posiciones que ha plasmado en su propuesta de presupuesto para el año fiscal 2018 y que refleja claramente las prioridades que Trump delineó en su campaña electoral, sobre todo de mano dura contra la inmigración. De ahí que busca destinar unos dos MIL seiscientos millones de dólares para construir el controvertido muro en la frontera con México, que tanto rechazo ha provocado a nivel internacional.

De hecho en los últimos días se publicaron los requisitos básicos que debe cumplir el muro que ha ordenado levantar y que el magnate quiere que sea imposible de escalar y con un aspecto físicamente imponente.

Los primeros estudios sobre el costo del muro indican que la cuenta será de por lo menos 15,000 millones de dólares, aunque podría llegar a más de 20,000 millones.

En su propuesta asigna además unos 314 millones de dólares para contratación y entrenamiento de 500 agentes fronterizos y 1000 agentes migratorios.

En el capítulo dedicado al Departamento de Seguridad Interna , el proyecto de presupuesto contempla un aumento de 7 por ciento en los fondos, al asignar recursos adicionales por 1,500 millones de dólares con relación al presupuesto de 2017, para ampliar la capacidad de “detención, transporte y remoción de inmigrantes ilegales”.

La defensa es una de las grandes vencedoras, pues el proyecto del primer mandatario aumenta en 10 por ciento los de por si ya exorbitantes fondos para esa rama. El incremento que persigue Trump para el Pentágono es de unos 54.000 millones de dólares, para completar un total de 615.000 millones.

Durante su campaña electoral había asegurado que quería incrementar la capacidad de defensa de Estados Unidos y ya había anunciado su intención de incrementar el arsenal nuclear del país, el primero en fabricarlas y usarlas en una guerra.

De acuerdo con las informaciones, Estados Unidos tiene un arsenal 31 veces superior al de Reino Unido, otra de las naciones poseedoras de este armamento de destrucción masiva.

Una de las grandes perdedoras es la Agencia de Protección Ambiental, a la que reduce 31 por ciento de su presupuesto. No olvidemos la designación para comandar esa entidad de Scott Pruitt, un escéptico del cambio climático y fiel aliado de las compañías de petróleo y gas.

Asimismo elimina los aportes a los programas de la ONU contra el cambio climático, fenómeno que para Trump es solo una falsedad creada por China, a pesar de las constantes investigaciones científicas que aseguran que es este un gran reto de la humanidad.

Otros de los grandes perdedores en el proyecto presidencial son la esfera educativa, a la que reduce sus fondos en 13,5 por ciento y determinados programas de protección social, como las ayudas a los jubilados.

El incremento del número de estadounidenses que no aprueban la gestión de Trump no sorprende, cuando el presidente ha apostado contra los inmigrantes, el cuidado del medio ambiente y a favor de la guerra y los cuantiosos fondos para la defensa, que se podían destinar a programas que beneficien a los sectores más vulnerables de la sociedad norteamericana.