Por María Josefina Arce
Múltiples son los retos que tiene ante sí El Salvador como presidente pro témpore de la CELAC, Comunicad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, una responsabilidad que asumió en enero pasado con seriedad, compromiso y dinamismo.
El país centroamericano está convencido de la necesidad de utilizar las coincidencias de las 33 naciones miembros para afrontar los desafíos que se presentan a nivel mundial. De ahí su compromiso con el fortalecimiento de ese mecanismo soberano e integracionista.
El Salvador busca conformar una agenda de trabajo fuerte, inclusiva y humana. En ese camino tuvo lugar en los últimos días en San Salvador una reunión de los coordinadores nacionales para dialogar y llegar a un consenso sobre diversos temas.
Este encuentro estuvo antecedido por la reunión del cuarteto de la CELAC, conformado por los cancilleres de Guyana, El Salvador, República Dominicana y Ecuador, quienes debatieron el plan de acción para el presente año.
Entre los retos examinados en las dos citas sobresale el enfrentamiento a las políticas migratorias de la nueva administración de Estados Unidos, ante la xenofobia promovida por el presidente Donald Trump que afecta a miles de inmigrantes latinoamericanos.
Se discutió también la reglamentación y rotación de la presidencia pro tempore 2018, sobre la cual ya está la propuesta de Bolivia, así como de herramientas que permitan dar seguimiento a los acuerdos ya establecidos, a fin de preservar la memoria histórica del organismo.
Los coordinadores nacionales también abordaron los preparativos de la III Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la CELAC y la Unión Europea, que acogerá San Salvador en octubre próximo, y a la que el mecanismo integracionista acude como un interlocutor de peso a tener en cuenta.
En la magna cita será revisado el cumplimiento del Plan de Acción para las relaciones entre ambos bloques, aprobado hace dos años. La CELAC y la Unión Europea han realizado dos cumbres, una en Santiago de Chile, en enero de 2013, y otra en Bruselas, Bélgica, en junio de 2015.
En la primera, los dos bloques acordaron trabajar en el desarrollo social, salud, educación y la promoción del crecimiento económico sostenido e inclusivo en ambos continentes.
En la segunda decidieron intensificar la cooperación en tres áreas fundamentales: cambio climático, la agenda para el desarrollo después de 2015 y la lucha contra la droga.
Esta será la primera reunión de este tipo que acogerá El Salvador durante su presidencia de la CELAC, y el canciller Hugo Martínez la consideró propicia para tender puentes con el Viejo Continente, y encarar desafíos comunes, como el cambio climático.