Por María Josefina Arce

La educación es una de las ramas en la que Cuba y Rusia desarrollan desde hace décadas una provechosa colaboración. No es de extrañar por tanto, que muchos profesionales cubanos se hayan formado en universidades de la antigua Unión Soviética.

Entre 1965 y 1993 se graduaron en centros de enseñanza soviéticos 21.514 jóvenes cubanos, de ellos más de 16.000 universitarios.

En todo este tiempo, aún después de la desaparición del campo socialista, se mantuvo el intercambio que se ha tornado más dinámico en los últimos años, en que las relaciones entre Cuba y Rusia han recibido un considerable impulso hasta alcanzar un grado de excelencia.

El ofrecimiento del gobierno ruso de 100 becas anuales para estudiantes cubanos, la colaboración científico-técnica, la creación de cátedras honoríficas y los intercambios de especialistas son un ejemplo de los nexos en esta rama.

Es así que en 2010 se creó la Cátedra Lomonósov en la Facultad de Química de la Universidad de la Habana y cinco años después la José Martí en el centro de estudios superiores de la capital rusa, al tiempo que desde 2016 colaboran estrechamente la Universidad Estatal Social de Rusia con el centro de altos estudios de la oriental provincia de Guantánamo.
Este último convenio, en opinión de los expertos, representa una ventana de internacionalización para ambos centros de estudio pues acerca la formación educativa superior rusa a los países latinoamericanos, a la vez que constituye un ejercicio de colaboración científica, académica y de trabajo conjunto.

Permitirá además operar un programa de doctorado de doble titulación y profundizar la enseñanza de la lengua rusa.

También como muestra del amplio intercambio en la rama educativa se inauguró en los últimos días la Cátedra de Lengua Rusa del Instituto Estatal Alexander Pushkin de Moscú en la Facultad de Lenguas Extranjeras de la Universidad de La Habana, la cual posibilitará la enseñanza del idioma y la cultura del país euroasiático a niños cubanos de nivel primario.

Igualmente la Universidad Estatal de Rusia y la Universidad Pedagógica de La Habana impulsarán un programa denominado la Universidad del Adulto Mayor, con el objetivo de potenciar la calidad de vida de la tercera edad.

Ahora en el Tercer Encuentro de Rectores de ambas naciones, que sesionó esta semana en La Habana, universidades de Cuba y Rusia firmaron una decena de acuerdos de colaboración para promover el intercambio de especialistas y proyectos de investigaciones científicas.

Los nuevos planes de colaboración se concretarán en las áreas de las ciencias naturales, la biotecnología y las tecnologías de la informatización.
Es así que se fortalecerán las investigaciones conjuntas y la movilidad estudiantil y del claustro, más los programas de doctorados y maestrías.
Para el ministro cubano de Educación Superior, José Saborido, hay 'óptimas condiciones' para alcanzar niveles superiores de una colaboración 'mutuamente ventajosa' y diseñar vías para su 'desarrollo sistemático'.

Tanto Rusia como Cuba, que mantienen fructíferos nexos en diversas ramas, están decididas, a través del intercambio educativo, a profundizar los lazos bilaterales de colaboración y amistad existentes entre ambos pueblos.