por Roberto Morejón
Representantes de varios países reafirmaron su amistad con Cuba durante la quinta Conferencia Continental Africana de Solidaridad con la nación caribeña, que tuvo como escenario a Namibia, a cuya independencia contribuyeron internacionalistas antillanos.
De la importancia de resistir el embate del imperialismo y de fuerzas de derecha contra gobiernos progresistas se habló en Windhoek, la capital de Namibia, a donde acudieron más de un centenar de delegados de 26 países.
Cuba estuvo representada en el foro por una delegación encabezada por el Héroe de la República Fernando Rodríguez Llort, quien destacó los lazos históricos entre el continente africano y el archipiélago caribeño.
Rodríguez Llort, quien fue uno de los cinco cubanos que sufrió injusta prisión en Estados Unidos por luchar contra el terrorismo, agradeció el apoyo a la causa por el regreso de esos héroes a su patria.
El ambiente constructivo entre cubanos y africanos más allá del idioma permitieron allanar el camino hacia alternativas para seguir denunciando el bloqueo estadounidense contra la mayor de las Antillas.
Los africanos presentes en Windhoek subrayaron su demanda de devolución de la base de Estados Unidos en Guantánamo, en territorio usurpado a los cubanos.
Los participantes escucharon a los integrantes de la misión cubana destacar la importancia de África para los antillanos, sobre todo por las raíces heredadas del llamado continente negro.
Los cubanos adquirieron de África su carácter combativo, la alegría y fortaleza ante las adversidades, como las enfrentadas por los esclavos enviados a la fuerza a estas tierras siglos atrás.
Muy oportunamente en el foro se evocaron las ideas del fallecido líder histórico de la Revolución Fidel Castro, quien decía que los cubanos tienen una profunda deuda histórica con África.
Como se recordó por varios de los congregados, Cuba sostiene una cooperación creciente a pesar de sus limitados recursos.
Cientos de miles de cubanos aportaron el sudor y la sangre para contribuir a la emancipación y el desarrollo de África, cumpliendo un elemental deber internacionalista en ese continente.
En la actualidad, Cuba cuenta con cooperantes en unos 67 países, muchos de ellos africanos.
A su vez, suman cerca de 30 mil los graduados aquí procedentes de la mayoría de los países africanos y cientos de ellos ocupan hoy importantes responsabilidades en sus respectivos Estados en los más diversos campos.
Con esos antecedentes históricos es factible el consenso cuando se reúnen cubanos y africanos, como ocurrió en Namibia, donde se reafirmó que las relaciones son indestructibles y continuarán por el beneficio común.