por María Josefina Arce
América Latina, el Caribe, Europa, África y Asia se darán cita desde este martes en Bolivia para defender el derecho a una ciudadanía universal y un mundo sin muros, ante el avance de políticas proteccionistas e injerencistas que atentan contra la migración.
La Conferencia Mundial de los Pueblos se desarrollará durante dos días en Bolivia, una nación que se ha convertido en epicentro de este tipo de encuentros internacionales que son foros para discutir las diversas amenazas a los derechos humanos de los pueblos.
Recordemos que en 2015 fue escenario de la Conferencia sobre cambio climático, la que contó con la participación de unos dos MIL delegados de todos los continentes, quienes hicieron un llamado urgente en defensa del planeta y la vida.
En esa ocasión los movimientos sociales diseñaron una propuesta para la Cumbre de jefes de Estado que se realizó en la capital de Francia en diciembre de ese año y que adoptó el Pacto de París, encaminado a reducir las emisiones de gases contaminantes y evitar el calentamiento del planeta.
Ahora las políticas antiinmigrantes impulsadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que incluyen la construcción de un muro en la frontera con México, serán el centro de los debates de los dos MIL 500 delegados que han confirmado su asistencia al encuentro de Cochabamba.
'No es posible que haya muros y murallas para migrantes, latinos y refugiados y no haya muros y murallas para intervenciones militares que saquean los recursos naturales de los pueblos', expresó el presidente boliviano, Evo Morales, cuando en marzo pasado convocó a la conferencia.
Lo cierto es que desde su campaña electoral el actual presidente de Estados Unidos ha tenido una postura xenófoba e incluso llamó criminales y violadores a los inmigrantes mexicanos.
Apenas unos días después de asumir la presidencia, Trump firmó un decreto migratorio, que no solo contempla la construcción del muro, sino que amplía el abanico de personas que pueden ser detenidas para deportación y el poder de los agentes para detener a quienes no han ido a buscar expresamente, pero que se encontraban allí durante la redada.
Trump también ha arremetido contra las llamadas ciudades santuario, a las que ha amenazado con cortarles la ayuda federal si continúan apoyando a los inmigrantes.
Olvida el presidente la contribución de esas personas a la economía norteamericana. Por ejemplo, en el Valle de California, donde se produce la mitad de las verduras, frutas y frutos secos que se consumen en Estados Unidos, trabajan hasta unos 400.000 jornaleros, un 70% de los cuales está indocumentado, según el último estudio de la Universidad de Davis de California.
El encuentro de Cochabamba también expresará la preocupación por la política
intervencionista de países miembros de la OTAN que provoca a la muerte de miles de refugiados en su intento por escapar de las zonas de conflictos en África y el Oriente Medio.
La Conferencia de Bolivia será sin dudas, una respuesta contundente al manejo deshumanizado de la migración y un espacio idóneo para promover una convivencia en armonía de todos los pueblos.
