por María Josefina Arce

La gira del canciller cubano, Bruno Rodríguez, por varias naciones de Europa vino a confirmar el buen estado de las relaciones entre Cuba y el viejo continente, un nexo que con altibajos se mantuvo a pesar de la llamada Postura Común, promovida en la década del noventa del siglo pasado en la entonces Comunidad Europea por el ex presidente del gobierno español José María Aznar, quien se prestó a los rejuegos de Estados Unidos.

Una obsoleta política que fue derogada el pasado año y que abrió nuevos espacios para una etapa superior en los lazos bilaterales, que ya eran fluidos, en especial en lo económico, con varias naciones europeas.

Desde 2008 Cuba inició el diálogo político con varios de los 28 estados miembros del bloque continental y antes de la firma del acuerdo que puso fin a la denominada posición común ya mantenía vínculos con 24 de ellos.

En Turquía, Austria, Eslovaquia e Italia constató el jefe de la diplomacia cubana el interés de los gobiernos de esos países de continuar ampliando y diversificando los nexos bilaterales.

Posición que también fue ratificada durante su visita a el Vaticano, en la que se evidenció el trato respetuoso entre los dos estados.

Durante su permanencia en el territorio de esas naciones fue recibido el canciller cubano por las más altas autoridades, en una muestra de la importancia que conceden a sus lazos con Cuba.

Precisamente en este año se cumple el sexagésimo quinto aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Turquía, cuyo presidente Recep Tayyip Erdogan visitó el archipiélago en febrero de 2015.

Aunque el intercambio económico entre ambas partes no es todavía muy elevado, existe un gran potencial para su desarrollo, pues empresas turcas han mostrado interés en los sectores cubanos de energía, agricultura, alimentación, productos biotecnológicos de uso humano y veterinario, así como en los servicios médicos.

En su visita a Eslovaquia, calificada de muy fructífera, también se destacaron los lazos de amistad entre ambos pueblos y las posibilidades existentes para profundizar y ampliar el intercambio en sectores como el energético, el médico-farmacéutico y el biotecnológico.

Similar interés en reforzar los vínculos con Cuba manifestaron las autoridades de Austria al canciller cubano, Bruno Rodríguez

La gira del jefe de la diplomacia cubana coincidió con el anuncio hecho por el presidente norteamericano, Donal Trump, de revertir la política de acercamiento hacia Cuba iniciada por su antecesor Barack Obama.

El anuncio despertó el rechazo de los incontables amigos con que cuenta Cuba en el viejo continente. La senadora por el gobernante Partido Democrático de Italia, Daniela Valentini calificó de irresponsable la política del presidente estadounidense, Donald Trump, hacia Cuba, pues, afirmó, no acoge los valores universales de la democracia, del derecho de los pueblos a vivir su propia vida, en sus países y en la manera en que decidan.

Provechosa puede calificarse esta segunda gira del canciller cubano por Europa, dirigida a reforzar las positivas relaciones existentes la nación caribeña y el viejo continente, a continuar el diálogo político, el intercambio de delegaciones incluidas la de alto nivel y propiciar el desarrollo de la cooperación.