Por María Josefina Arce
Una vez más Estados Unidos ignoró al mundo. A solo una semana de que 191 países exigieron en la ONU el fin del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba, el gobierno norteamericano decretó nuevas medidas que recrudecen esa genocida y hostil política.
Desde que llegara a la presidencia en enero de este año, Donald Trump dio muestras de sus intenciones de intensificar el cerco contra el pueblo cubano, rechazado desde 1992 por la Asamblea General de la ONU.
En ese camino en junio pasado suscribió en Miami, Florida, un Memorando Presidencial de Seguridad Nacional sobre el Fortalecimiento de la Politica hacia Cuba.
Las nuevas medidas que entraron en vigor este jueves, como bien afirmara la directora de Estados Unidos de la cancillería cubana, Josefina Vidal, confirman el serio retroceso que se ha registrado en las relaciones bilaterales como resultados de las decisiones adoptadas por la administración Trump.
Recientemente el gobierno de Estados Unidos había reducido sustancialmente el personal de su embajada en La Habana y expulsado, de manera totalmente injustificada, a 17 funcionarios de la Embajada cubana en Washington, con el pretexto de supuestos ataques sónicos, sobre los cuales no ha presentado ninguna prueba.
Asimismo había emitido una advertencia a los viajeros para disuadirlos de visitar a Cuba; publicó un aviso sobre restricción de alojamiento en algunos hoteles, e invitó a sus ciudadanos a informar cualquier síntoma similar a los reportados por los diplomáticos. Previamente, había suspendido los viajes de delegaciones oficiales a La Habana.
Ahora el Departamento de Estado publicó en las últimas horas un listado de 179 empresas con las que las compañías estadounidenses no pueden tener transacciones económicas bajo la acusación de estar dirigidas supuestamente por el Ejército.
El listado incluye especialmente a compañías turísticas como hoteles y tiendas, que representan un sector estratégico de la economía de la isla, pero también alcanza a marcas de refresco y ron.
Las nuevas medidas también dañaran a los ciudadanos estadounidenses, cuyo derecho a viajar al único país en el mundo que no pueden visitar libremente, se verá más restringido aún, indicó Josefina Vidal en conferencia de prensa en La Habana.
Asimismo, subrayó, afectarán a los empresarios de Estados Unidos, que perderán interesantes oportunidades de negocios existentes hoy.
Trump vuelve a dejar de lado la opinión de la mayoría de la sociedad norteamericana que está a favor de la normalización de las relaciones entre Washignton y La Habana y el fin del bloqueo, que afecta derechos humanos como la salud, la educación y la seguridad alimentaria.
Ignora también la solicitud de congresistas y empresarios norteamericanos que buscan promover políticas de acercamiento entre las dos naciones para beneficio de ambos pueblos.
El primer mandatario norteamericano se ha aliado con la mafia anticubana, la misma que es responsable de incontables acciones violentas contra el pueblo cubano, que han provocado miles de muertos y lesionados.
Lamentablemente Trump se ha hecho eco de esa política agresiva y ha nucleado a su alrededor a elementos como Marco Rubio, quien ha olvidado sus raíces cubanas y para lograr sus objetivos y llenar sus bolsillos no vacila en arremeter contra el país donde nació.
Pero Cuba no está sola en su lucha contra el bloqueo, así quedó demostrado el pasado día primero en la sede de la ONU en Nueva York, cuando la comunidad internacional condenó esa unilateral medida, violatoria del derecho internacional, y se enfrentó con valentía a Estados Unidos, cada vez más solo y aislado en su irracional y obsoleta política.