Por: Maritza Gutiérrez
La Unión Internacional de las Ciencias del Suelo (IISS) elaboró una resolución en 2002 proponiendo declarar el 5 de diciembre Día Mundial del Suelo, con el fin de resaltar su importancia como un componente crítico del sistema natural y su contribución vital al bienestar de la humanidad.
La Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en junio de 2013, apoyó de forma unánime la celebración de este Día y pidió que se adoptara oficialmente durante el 68° período de sesiones de la Asamblea General. En diciembre de ese año, este órgano de las Naciones Unidas declaró mediante una resolución el 5 de diciembre Día Mundial del Suelo.
Las actividades que se organizan con motivo del Día Mundial del Suelo tienen por objetivo divulgar la importancia de la calidad de los suelos para la seguridad alimentaria, el buen estado de los ecosistemas y el bienestar de la humanidad.
En un país predominantemente agrícola como Cuba, tiene un lugar preponderante el recurso suelo, uno de los factores más favorables para la economía del país es el hecho de que el 60% de los suelos de la misma son agrícolas y del 40% restante la mitad puede utilizarse con fines pecuarios o forestales.
La erosión natural del suelo no es un problema de gran importancia debido a que la mayor parte del territorio es de llanuras, pero la forma en que se han llevado a cabo los desmontes, ha contribuido a empobrecer grandes extensiones de suelos cubanos, y por esta razón la isla ha desarrollado un amplio programa de acciones bajo la guía del Ministerio de Ciencias, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA).
La FAO ha reconocido ya en el 2015 que Cuba implementa diferentes estrategias nacionales para la protección de los suelos, con resultados alentadores para su desarrollo.
Se trata de la implementación de acciones encaminadas a reducir los efectos de la sequía, la erosión, el drenaje deficiente, la compactación, la salinidad y la acidez, entre otros factores que limitan la calidad y fertilidad natural de la tierra e inciden de manera negativa en los rendimientos de los diferentes tipos de cultivos.
El programa incluye, además, la capacitación de los agricultores en técnicas, herramientas y buenas prácticas, relacionadas con el empleo de abonos orgánicos, la rotación o sucesión de cultivos, la reforestación, los policultivos, las barreras vegetativas y el sistema de riego localizado.
Desde 2012, la FAO y la Alianza Mundial por el Suelo han organizado eventos para celebrar este importante día, y Cuba se ha sumado a estas celebraciones mediante acciones concretas frente a los desafíos que impone la necesidad de garantizar la salud de los suelos, recurso capaz de sostener vida vegetal y que es la fuente de donde provienen el 95% de los alimentos que consumimos en todo el planeta.