Por María Josefina Arce.

Cuba y Chile han apostado en los últimos años por fortalecer los nexos comerciales y en ese camino exploran nuevas ramas para establecer una efectiva cooperación que fortalezca el intercambio entre las dos naciones.

Con ese fin hace dos años, durante la visita al archipiélago cubano del canciller Heraldo Muñoz, se creó el Comité Empresarial binacional, instrumento fundamental para que las dos comunidades identifiquen oportunidades de negocio.

A tenor con esa visita se desarrolló en La Habana también el evento Sabores de Chile, una vía para dar a conocer productos alimenticios en el extranjero desarrollada por la agencia ProChile, encargada de promover las exportaciones de su nación en varios mercados del mundo.

Amplia también ha sido la participación en las distintas ediciones de la Feria Internacional de la Habana de la nación austral, que en la de noviembre pasado contó con un pabellón oficial.

En esta trigésimo quinta edición de la Feria el producto Vino Tinto Montes , producido por Bodegas Montes, obtuvo la Medalla de Oro, mientras que se identificaron además nuevos intereses de inversión de empresas chilenas en el sector de envases y embalaje.

La Habana y Santiago de Chile asimismo, han suscrito en los últimos años varios acuerdos, entre los que destaca la reanudación de una línea de créditos y la ampliación de preferencias arancelarias a productos incluidos en la balanza comercial bilateral.

La biotecnología y la industria farmacéutica son otros dos renglones en los que ambos países han manifestado interés en estrechar la colaboración, dado el desarrollo alcanzado por Cuba en la ciencia que le ha permitido producir medicamentos que hoy son reconocidos a nivel internacional por su eficacia ante determinadas enfermedades.

En el caso de la minería, una rama en la que Chile cuenta con una gran experiencia, ya se ha hecho efectiva la cooperación entre las dos partes. En abril pasado la empresa cubana Comercial Caribean Nickel Sociedad Anónima firmó con su par chilena RM Asesorías, un contrato de Asociación Económica Internacional para dar inicio al Proyecto de Inversiones “Concentración de Hierro Pasivo Ambiental Minero en Nicaro” o Proyecto “Colas negras”.

En un primer momento se desarrollará un Estudio de Factibilidad Técnico Económico del Proyecto, el cual una vez concluido posibilitará la conformación de una empresa mixta, que se haría cargo de la explotación, operación y comercialización del Proyecto.

Ambas partes destacaron que además de contribuir al incremento de las inversiones y de las exportaciones de este mineral, la iniciativa tiene un amplio impacto medioambiental, pues a través de la misma se pretenden eliminar los depósitos de antiguos pasivos ambientales, cuyo acumulado se calcula en uno 80 millones de toneladas.

Los desechos por la explotación del níquel y el cobalto en Nicaro son una fuente artificial de óxido de hierro, de acuerdo con los expertos.

Enormes sin dudas, son las potencialidades que tienen Cuba y Chile para diversificar su intercambio comercial, que ambas partes califican todavía de muy modesto, pero con grandes perspectivas de ampliarse y consolidarse.