Por María Josefina Arce (RHC)

Una Central de Trabajadores de Cuba dinámica, acorde con los nuevos tiempos y que coadyuve con fuerza a las profundas transformaciones económicas que tienen lugar en el país, en aras de construir un socialismo próspero y sostenible, es el objetivo de la organización sindical, inmersa en estos momentos en una importante etapa.

Hecha en días pasados la convocatoria para el vigésimo primer Congreso de la CTC, todos sus afiliados han iniciado ahora un proceso de debate y reflexión, encaminado a reforzar su trabajo y su buen desempeño.

Como bien expresara el presidente cubano, Raúl Castro, en el vigésimo Congreso, efectuado en 2014, «La CTC y los sindicatos deben concentrarse en lo esencial, que es ejercer su actividad en interés de la implementación exitosa de los Lineamientos de la Política Económica y Social de la Revolución y desarrollar un trabajo político-ideológico diferenciado y abarcador en defensa de la unidad de los cubanos»…

En la Empresa de Tabaco Torcido José Martí se iniciaron en La Habana, la capital, las asambleas para la presentación y análisis de la convocatoria al próximo Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba.

En su intervención, Ulises Guilarte De Nacimiento, secretario general de la CTC, destacó la combatividad, espíritu de lucha proletaria de los tabacaleros en diversos escenarios. Este es el sector base donde reafirmó y consolidó su conciencia revolucionaria y comunista Lázaro Peña González, Capitán de la clase obrera cubana, subrayó.

Hasta enero del venidero año tendrán lugar los debates en las asambleas en las secciones sindicales y las conferencias municipales y provinciales de la CTC de importantes temas, relacionados con el funcionamiento de la organización y del acontecer nacional.

Entre ellos está que ante la aparición de nuevas figuras económicas en el panorama actual del archipiélago, es necesario atraer a las filas de la organización a estos trabajadores por cuenta propia.

La batalla contra la ilegalidad y el delito, actitudes nada acordes con los principios de la revolución y que también dañan el buen desempeño de la sociedad y la profundización de la actualización del modelo económico cubano están igualmente en el centro del debate.

Otro importante aspecto es la capacitación de los cuadros sindicales para entender cada transformación y estar al lado de la masa obrera en la comprensión y puesta en práctica de lo legislado.

Asimismo se trabaja por evitar los formalismos en el trabajo de la CTC, que con una larga historia de defensa de los derechos de los trabajadores está llamada con su quehacer cotidiano a mantener el papel de vanguardia en la sociedad de la clase obrera.

Se busca llevar este congreso a la calle, con actividades que abarquen a todo el contexto social para que trascienda el entorno laboral por su previsible impacto en el acontecer futuro de una nación que pone en brazos de los trabajadores sus aspiraciones de desarrollo y bienestar colectivo, afirman los organizadores del magno evento.

En enero del venidero año, cuando la Central de Trabajadores de Cuba cumplirá su octogésimo aniversario concluirá este proceso del cual se espera salga fortalecido y más unido el movimiento sindical cubano, para que sea más eficaz su aporte esencial a las transformaciones que tienen lugar en el país, en aras del bienestar de toda la población.