Por María Josefina Arce.

Una constante del gobierno del presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, ha sido el contacto directo con la población, un método de trabajo que se ha intensificado en las últimas semanas, tras los resultados adversos de los pasados comicios legislativos y municipales que evidenciaron la inconformidad de la ciudadanía sobre diversos temas.

De manera responsable asumió el gobierno del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional el mensaje de los salvadoreños en la jornada electoral y lejos de ignorarlo o restarle importancia se ha dado a la tarea de analizar profundamente los errores y la manera de continuar avanzando en la construcción de un país para todos.

En ese camino, el jefe de Estado realizó en los últimos días varios cambios en su gabinete que se harán efectivos a partir del primero de abril para acercarlo más al pueblo, conocer sus inquietudes y ofrecer respuestas eficaces.

Manifestó que pretende un estilo de gobierno más ejecutivo y efectivo, de mejores resultados, que vaya al encuentro del sentimiento ciudadano de una mejor calidad en la administración pública.

Receptivo es además, a las opiniones y sugerencias. Es así que estudia determinados proyectos para encausar la economía, presentados por Gerson Martínez como un ciudadano más y no como exministro de Obras Públicas y pre-candidato presidencial, precisa la agencia noticiosa Prensa Latina.

Entre sus sugerencias destaca una inmediata revisión de subsidios en el gas, la electricidad y el agua potable, así como un estudio y reducción de impuestos, muchos de ellos heredados de administraciones del partido Arena, Alianza Republicana Nacionalista.

No podemos olvidar que el gobierno del Frente Farabundo Martí ha sido bien difícil ante los constantes bloqueo en el Congreso de los legisladores de la derecha a sus propuestas en favor de los sectores más humildes, con los que si bien todavía quedan deudas históricas por saldar, no se puede negar que han visto un mejoramiento en sus condiciones de vida por el esfuerzo y la tenacidad de las autoridades.

Por eso molesta que la derechista Arena no solo intente frenar los cambios, sino que a tenor con los tiempos, en que la oligarquía, apoyada por los medios de comunicación y Estados Unidos, ataca a las fuerzas de izquierda o simplemente progresistas, busque desacreditar al gobierno con sucias campañas.

Es así que a través de las redes sociales se han difundido rumores y acusaciones sin verificar, que cuestionan un chequeo médico del jefe de Estado en el extranjero, mientras en el hospital pediátrico Benjamin Bloom supuestamente 35 niños no podían hacerse una hemodiálisis por falta de insumo.

La propia dirección del centro médico desmintió la información, y afirmó que en ningún momento se ha detenido por falta de material la atención a los menores, un segmento poblacional priorizado para el gobierno del presidente Sánchez Cerén.

Es que de hecho, las autoridades han destinado cuantiosos recursos a la salud, un sector que el propio presidente ha calificado de fundamental para el desarrollo humano y el progreso del país, amén de un derecho que jamás debe ser negado a ningún salvadoreño.

Sánchez Cerén ha reiterado que su gobierno hace los 'mayores esfuerzos por darle a la niñez las posibilidades para estudiar, crecer y tener una vida feliz', un logro que el derechista partido Arena se empeña en negar, en sus intentos de desacreditar y minar los avances de El Salvador bajo el mandato del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional.