Por Nicanor León Cotayo
Hasta el momento el mandatario se ha caracterizado sobre todo por la retórica, pero sus recientes decisiones acaban de sembrar alarma entre los políticos y los más ilustres expertos del mundo.
La imposición de aranceles a la República Popular China conforma una de las mayores amenazas al orden internacional.
Esta decisión ocurre cuando el mundo atraviesa una desangrante crisis económica que inquieta a muchas naciones y que en ese contexto se multiplica la miseria, el desempleo y otras calamidades sociales.
Observadores subrayan que un proteccionismo tan marcado, además de afectar el comercio internacional, tiende a restringir el multilateralismo.
Apenas Trump anunció esa decisión, cayeron las Bolsas en Wall Street a la espera de la respuesta de la República Popular China.
De esta manera Washington crea una atmósfera de gran inseguridad que salpica a muchos mercados del orbe.
Este es, comentó un editorial del periódico español EL PAIS, “el evento inesperado o cisne negro que podría frenar el crecimiento mundial este año, era de temer y ya está aquí”.
En su texto plantea que la imposición de aranceles es un ejercicio de paranoia y un ejemplo de ignorancia de principios económicos elementales.
Los efectos de este proceder se concretan en la disminución del crecimiento, mayor inflación y desempleo.
Estas medidas traen como consecuencia el caos e incertidumbre en el comercio internacional, ya de por si deteriorado.
Todo lo dicho ratifica la política estadounidense que se aleja de la cooperación económica internacional y que se aproxima aún más a dañar el bolsillo de millones de personas en el mundo.
Ello se confirma con el nombramiento del “halcón” John Bolton como Consejero de Seguridad Nacional, quien es partidario, entre otros, de eliminar el acuerdo nuclear con Irán y de estimular el enfrentamiento militar con Corea del Norte.
La temprana salida de Rex Tillerson como secretario de Estado y de Gary Cohn, principal asesor económico de la Casa Blanca corrobora la tendencia ultraderechista y el nacionalismo agresivo por parte de la Administración Trump.
En medios europeos, por ahora aliviados en el tema de los aranceles, sufrirán las causas del desorden introducido por el multimillonario, en un mundo ya desordenado.
Junto a lo dicho hay un detalle imposible de olvidar, en noviembre próximo habrá elecciones en Estados Unidos.
Por eso, gran parte de los votantes, que tanto han sufrido los desvaríos de Donald Trump antes, durante y después, tendrán la capacidad de influir en el rumbo futuro de esa potencia. Normal 0 21 false false false ES X-NONE X-NONE.
(Tomado de Cubasí)